El Fondo Monetario Internacional (FMI) auguraba en enero un año de crecimiento mediocre para América Latina y el Caribe. Pero, aunque las perspectivas para la región eran algo tímidas, México seguía apareciendo en las quinielas de los analistas como una apuesta segura. En concreto, Alejandro Werner, director del departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario […]
Dirigentes Digital
| 20 may 2015
El Fondo Monetario Internacional (FMI) auguraba en enero un año de crecimiento mediocre para América Latina y el Caribe. Pero, aunque las perspectivas para la región eran algo tímidas, México seguía apareciendo en las quinielas de los analistas como una apuesta segura.
En concreto, Alejandro Werner, director del departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI) preveía "un crecimiento del 3,2% este año", afirmando que, aunque sería inferior a lo previsto anteriormente, seguiría siendo sólido.
Aún así, el organismo dirigido por Christine Lagarde apuntaba que "la persistente debilidad de la demanda interna neutraliza los efectos positivos del crecimiento más vigoroso en Estados Unidos".
Pero 2015 no está siendo un año ‘amable’ con la economía mexicana. El banco central de México, Banxico, ha decidido recortar las presiones de crecimiento del país (una vez más) tanto para este año como para 2016. Su nuevo escenario refleja un crecimiento entre el 2% y el 3% en 2015 frente al 2,5-3,5% previsto.
Para 2016, el organismo espera que la economía azteca crezca entre un 2,5% y un 3,5%, frente al 2,9% y 3,9% previo.
Otra vez el petróleo
El Banco central asegura que "las revisiones a la baja sobre la plataforma de producción petrolera y el menor dinamismo de la demanda externa en el primer trimestre, junto con el hecho de que la recuperación del gasto interno continuó siendo débil, conducen a que el intervalo de pronóstico de crecimiento para el PIB de México en 2015 se revise".
Este escenario se parece al dibujado por el FMI. Werner señalaba que "la desaceleración de la demanda de China, sumada a un aumento de la oferta mundial, ha hecho que el auge de precios de las materias primas (que duró ocho años) haya entrado en declive desde mediados de 2011".
Desde BBVA Research ya avisaban en diciembre que los datos de producción industrial del país revelaban cierta debilidad en la actividad económica.
Pero no sólo la caída del petróleo afecta al país. Una subida de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed) estadounidense podría complicar su situación. Los analistas señalan que el peso podría verse presionado una vez que el regulador monetario estadounidense normalice su política y empiece a subir los tipos de interés.
La presión en el peso podría traducirse en presiones inflacionistas y, por lo tanto, en un mayor coste para las empresas que operan en México. En este sentido, desde Citi creen que Banxico puede adelantar la subida de tipos para anticiparse a los movimientos de la Fed.