El pasado viernes comenzaron las negociaciones entre Atenas y los representantes de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo y del Fondo de Rescate Europeo para concretar el programa del nuevo rescate. Según fuentes cercanas al proceso, avanzan a toda velocidad y se han cerrado las condiciones de la reforma del sistema de las pensiones […]
Dirigentes Digital
| 04 ago 2015
El pasado viernes comenzaron las negociaciones entre Atenas y los representantes de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo y del Fondo de Rescate Europeo para concretar el programa del nuevo rescate. Según fuentes cercanas al proceso, avanzan a toda velocidad y se han cerrado las condiciones de la reforma del sistema de las pensiones que implica suprimir las prejubilaciones y aumentar la edad de jubilación.
A falta de detalles concretos del acuerdo en esta materia, el Gobierno de Tsipras estableció en el inicio de las negociaciones la línea roja de no tocar este apartado, pero al final ha cedido según avanzaba los acontecimientos y Grecia se asomaba al precipicio del impago. Después de convocar el referéndum, el capítulo espinoso de las pensiones fue sometido a votación en el Parlamento heleno dentro del paquete de reformas necesarias para iniciar las negociaciones de un tercer rescate. Las medidas fueron aprobadas, aunque el Gobierno de Tsipras perdió parte del apoyo de su propio partido.
Faltan los detalles de cómo quedarán las pensiones, más allá de retrasar la jubilación a los 67 años y eliminar las prejubilaciones. Del acuerdo se espera que salga la congelación de las pagas hasta 2021, pero queda por ver si Tsipras ha salvado a las pensiones más bajas de los recortes. En la mesa estaba planteado eliminar los completos de las cuales se benefician los jubilados más desfavorecidos. El objetivo del Gobierno es retrasarlo lo más posible, por lo menos hasta marzo de 2016.
La Comisión Europea pretende cerrar las negociaciones la próxima semana para que Atenas pueda acceder a los fondos antes de que se vuelva a quedar sin liquidez. El próximo 20 de agosto vence otro pago de 3.200 millones al BCE para el que necesita la ayuda para afrontarlo. De esta manera, sus socios evitarían tener que ofrecer otro crédito puente a Grecia.