No es ningún secreto que China va camino de convertirse en la primera potencia económica del mundo. Su rápido crecimiento (a pesar de la ralentización de los últimos trimestres) la hacen destacar por encima del resto de economías. Además, su dependencia de materias primas ha hecho que, en los últimos años, se una más si […]
Dirigentes Digital
| 02 nov 2015
No es ningún secreto que China va camino de convertirse en la primera potencia económica del mundo. Su rápido crecimiento (a pesar de la ralentización de los últimos trimestres) la hacen destacar por encima del resto de economías. Además, su dependencia de materias primas ha hecho que, en los últimos años, se una más si cabe a Latinoamérica.
Tal es el vínculo que Latinoamérica recibe más dinero de China que del Banco Mundial o del Banco Interamericano de Desarrollo juntos. Por ello, desde Llorente & Cuenca han realizado un estudio para determinar si el futuro de la región apunta al Pacífico. Jorge Cachinero, Carlota Jiménez de Andrade y Adriano Borges creen que, aunque China parece estar reorientando su modelo de crecimiento y distanciándose de las commodities, su vínculo se mantiene fuerte.
En su estudio, los autores determinan que "China, que presenta sus relaciones comerciales y de inversión como win-win, aprovechó que EEUU y Europa habían perdido cierto interés en América Latina para adentrarse en la región y establecer unas bases sólidas que, ahora, serían difíciles de levantar".
De hecho, China ha eclipsado la llegada (a principios de la década de 1990) de "capitales extranjeros a sectores antes protegidos y resguardados de la competencia extranjera como bancos, telefónicas, petroleras, servicios públicos (electricidad, agua y gas), aerolíneas, construcción y turismo".
¿Podrá España recuperar parte del terreno perdido?
En este sentido, desde Llorente y Cuenca considera que "España sigue teniendo una posición privilegiada por la historia y el idioma, pero no parece sacar todo el provecho que podría a estos factores únicos y difícilmente replicables". Es decir, la consultora cree que "es el momento de abogar por una relación basada en aspectos más allá de los meramente económicos con acuerdos que fomenten la confianza entre regiones y busquen una relación sostenible en el largo plazo".
Pero, como en todo, restablecer esta relación no será algo sencillo por lo que habría que apostar por recuperar las relaciones bilaterales dado que la "heheterogeneidad de la región" hace que "ningún actor que quiera vincularse con América Latina puede hacer políticas únicas e iguales para todos".