La decisión de la OPEP de mantener los niveles de producción sorprendió al mercado. Históricamente, el cartel adapta su capacidad para influir en la cotización para beneficiar a sus miembros. Pero esta vez Arabia Saudí impuso su criterio de convivir con unos precios bajos en contra de muchos países como Venezuela o Irán que consideran que el precio debería estar por encima de los 100 dólares para la correcta evolución de sus economías.
El Brent cotiza por debajo de los 66 dólares por primera vez en cinco años, profundizando una racha bajista que empezó en junio. Bajó un 4% después de que el ministro del petróleo de Kuwait asegurase que el precio permanecerá varios meses en torno a los 65 dólares.
El pronunciamiento de Kuwait ha afectado a los futuros del crudo de 2015 que han caído con fuerza alienando la cotización con los actuales precios. Parece que el petróleo se va a mantener en los actuales niveles a medio plazo, algo que no incomoda a los principales países de la OPEP por sus declaraciones y actos. Arabia Saudí ha pactado un ajuste de precios en sus acuerdos de venta a Estados Unidos.
En un informe reciente, Morgan Stanley va más lejos y asegura que el precio del barril de petróleo, actualmente por debajo de los 70 dólares, podría descender hasta los 43 dólares. Este nivel sería el nivel más bajo del crudo desde 2005.
La mayoría de las firmas de análisis han revisado a la baja sus previsiones para el precio del petróleo el próximo año, José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, apunta a que podría bajar hasta los 60 dólares, incluso (según los analistas técnicos), "algo más" hasta tocar los 50 dólares el barril. El estratega de Citi apunta a que las subidas y las bajadas son siempre argumentables, pero un desplome como el actual señala al pánico, algo que nunca es racional. Campuzano apunta a que "quizás no deberíamos descartar del todo que recuperen parte de los perdido en un futuro.