Según Moody’s este impuesto podría tener como consecuencia una subida de precio del producto a pesar de que reconoce que en México y Francia la caída de la demanda fue sólo temporal. La agencia de calificación sostiene que el 50% de las ventas de Coca Cola en Reino Unido son bebidas bajas en azúcar o […]
Dirigentes Digital
| 21 mar 2016
Según Moody’s este impuesto podría tener como consecuencia una subida de precio del producto a pesar de que reconoce que en México y Francia la caída de la demanda fue sólo temporal.
La agencia de calificación sostiene que el 50% de las ventas de Coca Cola en Reino Unido son bebidas bajas en azúcar o sin azúcar, por lo que espera que se produzca un impacto en sus ventas "más modesto" que el registrado en México, que fue de entre el 3% y el 5%.
Sin embargo, Moody’s espera que las ventas de la compañía se "normalicen" en un período de entre doce y 18 meses como consecuencia de la introducción de esta tasa en Reino Unido pero le preocupa que otros países impongan impuestos similares ya que, "supondría un viento en contra significativo" para el conjunto de la industria.
El jefe de Coca Cola en Reino Unido, Leendert den Hollander afirma al diario The Guardian que, "no creemos que el impuesto sobre el azúcar es lo que hay que hacer. No estamos discutiendo el tema , estamos debatiendo la solución. Los hechos no sugieren que un impuesto sobre el azúcar vaya a funcionar para cambiar el comportamiento".
De hecho las grandes empresas de refrescos británicas se han mostrado muy decepcionadas por la decisión del ejecutivo de Cameron.
El presidente ejecutivo de AG Barr, Roger White aseguró en la BBC que, "es muy decepcionante que los refrescos han sido señalados dado que es la única categoría de alimentos y bebidas que han hecho un progreso real en la reducción del consumo de azúcar en los últimos años , un 13,6 % desde 2012". "En AG Barr hemos reducido el contenido calorífico medio en toda nuestra gama de la marca en un 8,8 % en tan sólo cuatro años y podemos alcanzar el objetivo de una reducción del 20 % en 2020", añadió.
En la misma línea se ha posicionado otra de las grandes del sector, Britvic. Su director general, Paul Graham, asegura que, "nadie sabía que esto iba a pasar. Nos hemos quedado muy decepcionados", y añade también que el sector de los refrescos, "en realidad ha logrado reducir el número medio de calorías que los británicos consumen de nuestros productos". Según los datos de Britvic, el impacto se podría reducir de forma gradual pues las ventas de las alternativas bajas en calorías están creciendo mucho más rápido, a un ritmo del 3,1%.
Marnie Millard , director ejecutivo de Nichols, acepta que el consumo excesivo de azúcar es una responsabilidad compartido pero, " no creemos que un impuesto sobre los refrescos es una solución eficaz y equitativa a los usuarios".
Según el gobierno británico, la obesidad cuesta a la economía 35.000 millones de euros y uno de sus causantes, dijo, son las bebidas azucaradas. El impuesto, con el que se espera recaudar 662 millones de euros al año, se destinará al deporte en las escuelas.