El Ejército china lleva más de 30 años ofreciendo servicios de pago en amplios sectores del país, como el inmobiliario o el cultural. En los años 80, el entonces líder comunista Deng Xiaoping permitió que las fuerzas armadas entraran en la "economía socialista de mercado" y consiguieran así fondos extras para el Ejército ante la […]
Dirigentes Digital
| 28 mar 2016
El Ejército china lleva más de 30 años ofreciendo servicios de pago en amplios sectores del país, como el inmobiliario o el cultural. En los años 80, el entonces líder comunista Deng Xiaoping permitió que las fuerzas armadas entraran en la "economía socialista de mercado" y consiguieran así fondos extras para el Ejército ante la escasez de fondos públicos.
En 1998, el Ejército comenzó a perder parte de su inmensa influencia económica tras prohibírsele tener actividades comerciales, aunque se conservaron ciertas excepciones que, ahora, también se prohibirán. El pasado mes de noviembre el Ejército ya anunció que dejaría algunos de sus negocios menos importantes, como algunos hoteles u hospitales.
Ahora, de acuerdo con una circular emitida por la Comisión Militar Central, encabezada por el presidente Xi Jinping, las fuerzas armadas no podrán firmar nuevos contratos y deberán dejar que los actuales expiren. Sin embargo, el anuncio recoge que se permitirán aquellos servicios que cumplan una "importante función de seguridad", que se incluirán en un nuevo esquema llamado "integración civil-militar" del que no se han dado excesivos detalles.
La agencia oficial de noticias Xinhua recogía que esta nueva medida busca "reducir la corrupción en el Ejército". Hace tres años, Xi Jinping inició una campaña contra la corrupción en el Ejército que se saldó con docenas de agentes investigados.
El diario estatal Global Times recogía las declaraciones del profesor Gong Fangbin, de la Universidad de Defensa Nacional PLA (adscrita al Ejército), en las que opinaba que el hecho de que los militares ofrecieran servicios de pago fomentaba la corrupción. Para Gong, este anuncio también busca mejorar la capacidad de combate de las fuerzas armadas.
El propio Ejército Popular de Liberación recogía en un editorial que el hecho de buscar beneficios mediante negocios "los distraería" y que el verdadero objetivo de los militares es "estar en forma para ganar guerras". "La función básica militar es luchar, y desviarse de esa actividad traerá un desastre infinito", recoge el editorial.