Por primera vez, las grandes eléctricas del país detallan en sus informes de sostenibilidad las medidas adoptadas para combatir la pobreza energética. El cambio político en Comunidades Autónomas y grandes ayuntamientos de 2015 puso al sector en el punto de mira por el compromiso electoral de muchas formaciones para proteger a la parte de la […]
Dirigentes Digital
| 28 mar 2016
Por primera vez, las grandes eléctricas del país detallan en sus informes de sostenibilidad las medidas adoptadas para combatir la pobreza energética. El cambio político en Comunidades Autónomas y grandes ayuntamientos de 2015 puso al sector en el punto de mira por el compromiso electoral de muchas formaciones para proteger a la parte de la población más vulnerable ante la crisis económica. Las compañías han reflejado en sus documentos algunos de los acuerdos alcanzados. Por ejemplo, Iberdrola indica que ha firmado convenios con distintas administraciones autonómicas y locales para incrementar los plazos del proceso de cobro y flexibilizar condiciones de pago. Según la eléctrica vasca, "dichos convenios protegen alrededor del 80% de los contratos de electricidad de primeras viviendas comercializados por Iberdrola en España".
Por su parte, Endesa destaca que ha firmado acuerdos de colaboración con 90 ayuntamientos, cubriendo a más de ocho millones de clientes, sobre los once millones que tiene en España. Según la filial de la italiana Enel, durante 2015 ha evitado evitado el corte de suministro a 31.662 clientes.
Sin embargo, las buenas intenciones no se ven reflejadas en cifras. A falta de que la tercera gran eléctrica, Gas Natural Fenosa, publique sus cifras, más de medio millón de hogares sufrieron cortes de electricidad por impago de sus facturas. En concreto, un total 506.481 clientes residenciales se quedaron sin suministro. En la mayoría de los casos, un 42%, el apagón no duró más de 48 horas, después de pagar la factura retrasada.
En cualquier caso, el repunte de desconexiones no se ha repartido de manera equilibrada entre las dos compañías. Mientras en Iberdrola bajó un 21%, el nivel más bajo en cinco años; en Endesa prácticamente se duplicó al pasar de los 142.446 cortes a 241.306. Hay que matizar que la segunda eléctrica ofrece datos agregados de España y Portugal.
Respecto al bono social, la única medida impulsada por el Estado para paliar la pobreza energética de los hogares más vulnerables, cada vez menos clientes se benefician de él. Según las últimas cifras publicadas por la Comisión Nacional del Mercado y Competencia, el pasado mes de noviembre estaban registrados 12.000 menos consumidores respecto al año anterior. En total, están acogidos a esta tarifa 2.445.053 clientes. El bono social está financiado a través de los costes regulados del sector eléctrico, es decir lo pagan todos los consumidores, y está gestionado por las compañías eléctricas. Permite que los consumidores más vulnerables y con menor consumo eléctrico se beneficien de un descuento del 25% en el recibo de la luz. La medida se puso en marcha en 2009, pero a pesar de que los años siguientes se atravesaron los peores momentos de la crisis, el número de beneficiados no ha parado de caer. El ejercicio de su entrada en vigor contaba con algo más de tres millones de clientes acogidos a esta medida.
En el caso de Endesa e Iberdrola, gestionan más de la mitad de los consumidores acogidos al bono social. En concreto 1,863 millones de clientes, que suponen un 1,57% menos que hace un año. Mientras en Endesa el número permanece estable, en Iberdrola descendió en casi 20.000 hogares.