Cuando apareció Podemos las empresas energéticas estaban en el punto de mira por las alusiones a la nacionalización o confiscación. El sector hizo poco caso a las amenazas pensando que la formación de Pablo Iglesias tendría pocas opciones de acariciar poder. Pero los meses han ido avanzando y se han convertido en una alternativa real. […]
Dirigentes Digital
| 02 jun 2015
Cuando apareció Podemos las empresas energéticas estaban en el punto de mira por las alusiones a la nacionalización o confiscación. El sector hizo poco caso a las amenazas pensando que la formación de Pablo Iglesias tendría pocas opciones de acariciar poder. Pero los meses han ido avanzando y se han convertido en una alternativa real. Agrupaciones cercanas al partido van hacerse con el control de ayuntamientos tan importantes como Madrid y Barcelona y entre sus medidas inmediatas figura atajar el problema de la pobreza energética.
Desde la patronal Unesa, que agrupan a las principales eléctricas del país, afirman a DIRIGENTES que es pronto para que el sector se posicione hasta que no se anuncien medidas concretas y afirman "el más absoluto respeto por el resultado electoral". Además, de indicar que ningún partido se ha puesto en contacto para plantear las medidas prevista, "ni antes ni después de las elecciones".
Pero lo cierto, es que tanto Ahora Madrid como Barcelona en Comú tienen marcado como prioridad atajar el problema del corte de suministros básicos entre las familias más desfavorecidas. Fuente del sector afirman que esperan la llamada de las nuevas formaciones y no habrá problemas en hablar siempre que las medidas que se vayan adoptar se carguen a los presupuestos municipales.
En este sentido el partido de Ana Colau ya ha anunciado que tras ser nombrada alcaldesa creará un fondo de 5 millones de euros para tratar los temas más urgentes. Ahora Madrid también tiene planes parecidos. Pero sus demandas van más allá de que ambos ayuntamientos se encargue del pago de las facturas. La formación de Manuela Carmena se ha comprometido a garantizar los suministros básicos (luz, gas y agua) a todos los hogares en imposibilidad de pagarlos y pedirá además una reducción del tramo fijo de la factura a la población en situación de pobreza, evitando el corte de suministro por impago.
Desde Barcelona la intención es hacer una auditoría de los costes de estos servicios, que "permita determinar el origen y destino de los beneficios obtenidos por las compañías gestoras y establecer una mesa de negociación para que éstas contribuyan a garantizar el acceso a suministros básicos". El problema es que son competencias que no tienen los ayuntamientos y corresponden al Gobierno central. La Generalitat intentó a finales de 2013 que la interrupción de gas y electricidad no se produjera durante los meses de invierno. Rajoy denunció la iniciativa al Tribunal Constitucional que terminó por tumbarla.
Desde el sector explican que gracias a la recuperación económica y a las medidas adoptadas por las propias compañías, con planes específicos para familias con problemas económicos, las desconexiones eléctricas se redujeron a la mitad en 2014. Más de 628.000 clientes de Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa sufrieron cortes de luz el año pasado frente a los 1,4 millones de 2013.