Según se describe en su propia página web, "el Proyecto Loon se compone de una red de globos que viajará sobre el límite con el espacio exterior. Está pensado para conectar a las personas que habitan zonas remotas o rurales, para llegar a las zonas con falta de cobertura y para que las personas puedan […]
Dirigentes Digital
| 28 mar 2016
Según se describe en su propia página web, "el Proyecto Loon se compone de una red de globos que viajará sobre el límite con el espacio exterior. Está pensado para conectar a las personas que habitan zonas remotas o rurales, para llegar a las zonas con falta de cobertura y para que las personas puedan volver a tener Internet después de una catástrofe". Concretamente, los globos flotan en la estratósfera y superan dos veces la altura de los aviones y del clima.
En la estratosfera, hay muchas capas de viento, cada capa varía en dirección y velocidad. Los globos Loon ascienden o descienden a la capa de viento que sopla en la dirección de viaje deseada para ir a donde ellos necesitan. Al asociarse con empresas de telecomunicación para compartir el espectro celular, se permite que las personas se conecten a la red del globo directamente desde sus teléfonos y otros dispositivos habilitados para LTE. La señal pasa a través de la red del globo y vuelve a la Internet global en la Tierra.
Google ha llegado a un acuerdo con Rama, una empresa local de Sri Lanka de capital público, participada por el inversor de capital riesgo Chamatah Palihapitiya, para que estos globos se desplieguen por primera vez a gran escala. En febrero, ambas compañías ya lanzaron uno de estos vehículos de señal a la estratosfera, pero se espera que se lance otra docena de ellos en los próximos meses.
Esto no significa que Internet sea gratuito en el país, sino que se comercializará a través de operadoras locales, que cederán paquetes de datos y cobrarán por los servicios.
En estos momentos, la conexión media de Sri Lanka es de 5,1 megabits de ancho de banda, casi el doble de la conexión de China. Sin embargo, no es suficiente para su presidente, Maithripala Sirisena, que pretende convertir a la nación en un Silicon Valley del océano Índico. Sirisena aspira a competir con los 10 megabits de conexión de ancho de banda que tienen países como Singapur o Hong Kong.