En los años 90 la relación entre América latina y España era unidireccional. Las inversiones españoles se desplegaban por los países del otro lado del Atlántico. Endesa, Repsol, Telefónica, BBVA, Banco Santander, Iberdrola, Unión Fenosa o Gas Natural, apostaron por cruzar el Océano Atlántico para iniciar su expansión internacional. Lo hicieron aprovechando el buen momento […]
Dirigentes Digital
| 17 dic 2014
En los años 90 la relación entre América latina y España era unidireccional. Las inversiones españoles se desplegaban por los países del otro lado del Atlántico. Endesa, Repsol, Telefónica, BBVA, Banco Santander, Iberdrola, Unión Fenosa o Gas Natural, apostaron por cruzar el Océano Atlántico para iniciar su expansión internacional. Lo hicieron aprovechando el buen momento de las economías latinoamericanas, que se abrían al mundo y privatizaban sus sectores públicos.
Ahora, el panorama ha cambiado. Las inversiones son bidireccionales: también llegan desde América latina a España. En este contexto se está produciendo el desembarco de empresarios y magnates mexicanos en nuestro país, atraídos por la posibilidad de abrirse camino en Europa.
De hecho, según señala la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, México es el país latinoamericano que más ha invertido en España en la última década. Tanto es así que en los últimos dos años se han cambiado los papeles: México ha invertido más en España que España, en México.
El desembarco mexicano por sectores
Como señalan medios locales, en finanzas destaca la figura de David Martínez Guzmán, dueño del 5% y miembro del consejo de administración del Banco Sabadell, y la familia Del Valle, que se fijó en Banco Popular, con el que han firmado una alianza estratégica a través del banco de su propiedad, el BX+.
La familia Del Valle es una de las dinastías empresariales más poderosas de México, con una fortuna estimada de 9.940 millones de dólares, la séptima del país. Antonio Del Valle posee la química Mexichem y el grupo industrial Pochteca, además de la entidad Bx+.
Además, destaca la llegada a España de los empresarios mexicanos Ernesto Tinajero y Gustavo Tomé, que se han convertido en accionistas de Liberbank.
En el sector de la comunicación, el pasado septiembre, el Grupo Prisa formalizó la ejecución del aumento de capital por un importe de 100 millones de euros, y dio entrada al empresario mexicano Roberto Alcántara quien ya es el primer accionista individual de la compañía, con un 9,3% del capital.
El sector de la alimentación es otro de los campos donde los inversores mexicanos muestran más interés. Este es el caso de Armando Garza Sada, propietario de Sigma, que este año se ha convertido en socio de Campofrío. Garza Sada sigue así los pasos del gigante mexicano Bimbo, que en 2011 adquirió Bimbo España a Sara Lee.
Además, la empresa mexicana Alsea, de los hermanos Alberto, Cosme y Armando Torrado se ha hecho con la cadena de restaurantes Zena. La Operadora de Franquicias Alsea es la empresa de restaurantes más grande de América Latina que posee el 100% de Starbucks y de Burger King en México.
La última gran aparición de capitales mexicanos, como ya hemos comentado, se ha dado en el sector de las infraestructuras. El magnate Carlos Slim se ha convertido recientemente en el nuevo accionista de referencia de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), la empresa de infraestructuras controlada por la familia Koplowitz. El acuerdo implica una reducción de la participación de Koplowitz, en favor del grupo Carso, de la familia Slim.