En los últimos años, Grecia ha vivido al filo del abismo de la quiebra, que empujaría al país fuera del euro, varias veces. Y otra empieza una cuenta atrás para alcanzar un acuerdo in extremis, como los que se lograron con el primer y segundo rescate. Si no hay pacto el default podría llegar en […]
Dirigentes Digital
| 05 jun 2015
En los últimos años, Grecia ha vivido al filo del abismo de la quiebra, que empujaría al país fuera del euro, varias veces. Y otra empieza una cuenta atrás para alcanzar un acuerdo in extremis, como los que se lograron con el primer y segundo rescate. Si no hay pacto el default podría llegar en cualquier momento durante este mes junio, cuando el Gobierno de Tsipras tendrá que afrontar el pago de 6.000 millones con las arcas vacías. Las arcas del Estado se ha quedado vacía tras pagar 2.600 pensiones, y ayer viernes vencían 300 millones del FMI. Atenas comunicó a la institución que iba a reagrupar los pagos de junio a final de mes. En total son cuatro que ascienden a 1.600 millones.
Grecia ganó tiempo para apurar las negociaciones, ahora mismo encalladas por el rechazo de Tsipras a recortar las pensiones y subir el IVA, "el FMI permite este tipo de medida, pero ningún país había hecho uso de esta prerrogativa desde Zambia en los años 80, se retrasa su resolución, por lo que seguirá ejerciendo como factor de incertidumbre para los mercados en las próximas semanas. Eso sí, el 30 de junio parece ya una fecha definitiva para conocer su desenlace, al menos en el corto plazo", indican los analistas de Link Securities. Esa es la nueva fecha límite para Grecia pero siempre que cumpla con los vencimientos de deuda del 12 de junio de 3.600 millones.
Pero junio, no sólo es clave por los vencimientos, también porque expira el segundo rescate del país. Durante cuatro meses, Tsipras y las antiguas instituciones conocidas como la troika llevan negociando descongelar el último tramo de las ayudas de 7.200 millones. "El país heleno tiene debilidades económicas insostenibles, que suponen fuertes lastres para su fuerza de negociación como la contracción del 0,2% del PIB y la retirada de depósitos de unos 15.000 millones de euros, entre otros datos", apuntan desde Aspain 11 EAFI, sin esta ayuda es imposible que Grecia pueda afrontar sus compromisos financieros, y lo que más grave, expirado el plazo no habrá posibilidad de inyectar los 7.200 millones a la economía griega.
Aunque oficialmente, tanto en Atenas como en Bruselas, las negociaciones de un tercer rescate no existen poco expertos dudan que si hay acuerdo, Grecia necesitará más ayuda, otros 50.000 millones, según algunas filtraciones. Para muchos economistas, encabezados por Thomas Piketty, será inevitable una restructuración de deuda a pesar de que haya nuevas ayudas. Y no será la primera, en 2011, para acceder al segundo rescate se acordó una quita del 50% sobre la deuda privada. No fue suficiente para que la economía helena tuviera un desahogo. Ahora de lo que se habla es que el FMI, el BCE y el resto de socios comunitarios asuman pérdidas.
Las líneas rojas de Tsipras
Es lo que intenta el Gobierno de Tsipras, introducir en las negociaciones la reestructuración de la deuda. Ha presentado un plan a sus acreedores (FMI, BCE y UE) para reducir la deuda nominal en 72.000 millones con una mezcla de adelantos, aumentos de intereses y alargamientos de plazos, en un intento de minimizar las pérdidas a la antigua troika.
Sin embargo, lo que está encima de la mesa está que Atenas asuma compromisos firmes para sus socios. La última propuesta reclama un nuevo recorte de pensiones en 18 meses de 3.000 millones de euros e incrementar el IVA en servicios y otros bienes como la electricidad y los medicamentos, además de que las medidas económicas futuras deberán tener el visto bueno de sus acreedores.
Estas son las líneas rojas que el Gobierno de Siryza considera innegociables, se opone a recortar las pensiones y pretende mantener el IVA máximo (23%) aunque rebajando al 11% (desde el 13%) de bienes y servicios como alimentos, electricidad y agua.
¿Qué pasaría si hay acuerdo in extremis?
Con un hipotético acuerdo no termina la tragedia griega, ni se solucionan los problemas del país. Para empezar pasará por distintos parlamentos europeos para ser aprobado como el de Alemania, Finlandia o Austria. Pero Tsipras tendrá que presentar los nuevos compromisos griegos. El Gobierno heleno no duda en convocar elecciones o realizar un referéndum para aceptar las nuevas exigencias.