China sigue con su política de convencer de que su economía aunque se haya ralentizado sigue siendo fuerte y que el país tiene herramientas para evitar una debacle económica. Después de que el año pasado cerrar con un crecimiento del 7%, por debajo de las previsiones del 7,4% y en la menor tasa de los […]
Dirigentes Digital
| 16 mar 2015
China sigue con su política de convencer de que su economía aunque se haya ralentizado sigue siendo fuerte y que el país tiene herramientas para evitar una debacle económica. Después de que el año pasado cerrar con un crecimiento del 7%, por debajo de las previsiones del 7,4% y en la menor tasa de los últimos años, ahora China se enfrenta a un año de incertidumbres donde sus datos económicos son escrutados al milímetro.
"En los últimos años, no hemos adoptado ninguna política de estímulo fuerte a corto plazo, así que podemos decir que el espacio para maniobras políticas es relativamente grande, las herramientas a nuestra disposición comparativamente son muchas", ha dicho Li en una rueda de prensa este pasado fin de semana tras la sesión anual del parlamento del país. Li buscaba mandar un mensaje que tranquilizara al mundo sobre el futuro económico de la nación.
Tras unos años de crecimientos a doble dígito todo indica que la ralentización de la economía china es ya una realidad. Sin embargo, desde el Gobierno apuntan que este cambio es el comienzo del periodo "new normal", una vuelta a la normalidad que no debe hacer temer al resto del mundo.
Previsiones de crecimiento
Li lanzó un mensaje de tranquilidad respecto al crecimiento. "Si la desaceleración en el crecimiento afecta al empleo y los sueldos, y se aproxima al límite inferior de un rango razonable, estabilizaremos las políticas y las expectativas a largo plazo del mercado para China", apuntó el mandatario. Asimismo aseguró que si es necesario se aumentaría la intensidad de la política económica del país.
Las previsiones del Gobierno estiman que este año se vuelva a marcar un crecimiento del 7%. Esta cifra sería la más baja en los últimos once años para China y es la menor expansión en el último cuarto de siglo. Así las cosas, el primer ministro del país aseguró que es un "desafío" para el Gobierno que se logre el crecimiento marcado dado que el tamaño de la economía china ya es superior a los diez billones de dólares.