La demanda de viviendas en España requiere la construcción de 100.000 viviendas nuevas cada año durante el periodo 2016-2020. Así lo determina un nuevo estudio sobre la previsión de necesidades y precios de la vivienda en España realizado por el profesor José Luis Suárez, presentado en el Simposio del Centro de Investigación Financiera del IESE. […]
Dirigentes Digital
| 14 jun 2016
La demanda de viviendas en España requiere la construcción de 100.000 viviendas nuevas cada año durante el periodo 2016-2020. Así lo determina un nuevo estudio sobre la previsión de necesidades y precios de la vivienda en España realizado por el profesor José Luis Suárez, presentado en el Simposio del Centro de Investigación Financiera del IESE.
Según los cálculos realizados en el estudio, el promedio anual de construcción de vivienda nueva en España entre 1991 y 1997 fue de 250.000 viviendas; entre 1998 y 2007, fue de 580.000 viviendas anuales, más del doble; y entre 2007 y 2014 la media anual cayó hasta las 75.000 viviendas. Para los próximos años, la demanda media rondará las 100.000 viviendas. De 2020 a 2025, se necesitarán aproximadamente unas 140.000 viviendas anuales.
En cuanto a los precios, no se repetirán los datos máximos registrados en 2007 hasta dentro de 18 años, para 2025. En el año 2007 el metro cuadrado valía, de media, 2.062 euros; en 2015, esa cifra descendió hasta los 1.454 euros, y en 2027 Suárez prevé que alcance los 2.212 euros. Hasta 2027 no se prevé que se alcancen los precios de 2007 en términos constantes, descontada la inflación.
Para hacer las previsiones, el estudio tiene en cuenta las variables que influyen en la demanda de vivienda, desde cómo varía el número de hogares, la obsolescencia del parque de viviendas, la demanda de reposición de hogares existentes u otros motivos (inversión, vivienda vacacional…). Todo esto hace que se genere nueva demanda de viviendas, ya sea porque no hay suficiente vivienda vacía y hay que construir o porque se prefieren otro tipo de viviendas.
"El sector de la promoción residencial ha desaparecido en su mayor parte; y la sociedad también ha cambiado: población, migraciones, fragilidad laboral, y menores expectativas de revaloración de la vivienda", apunta a este respecto el creador del estudio.
Respecto a la relación del inmobiliario con la administración pública, Suárez explica que sigue siendo necesaria una oferta adecuada de vivienda y una renovación de las políticas públicas que afectan al sector. De hecho, Suárez señala que algunos resultados parciales del estudio ya han sido usados por algunas administraciones públicas, asociaciones de empresarios y grandes operadores.