Susana Díaz adelantó las elecciones para consolidar su liderazgo. Había recibido la Presidencia de la Junta de Andalucía, con un pacto de Gobierno con Izquierda Unida y como segunda fuerza política con 47 escaños, por detrás del PP. El objetivo se ha cumplido al lograr devolver al PSOE como el partido más votado en Andalucía […]
Dirigentes Digital
| 22 mar 2015
Susana Díaz adelantó las elecciones para consolidar su liderazgo. Había recibido la Presidencia de la Junta de Andalucía, con un pacto de Gobierno con Izquierda Unida y como segunda fuerza política con 47 escaños, por detrás del PP. El objetivo se ha cumplido al lograr devolver al PSOE como el partido más votado en Andalucía al conseguir el 36% de los mismos, que le vale para tener una representación de 49 escaños. Dos más que en la pasada convocatoria, pero lejos de la mayoría, situada en 55 diputados.
Prácticamente, se ha producido un calco de las encuestas de los últimos días. Un escenario que refleja una resistencia del bipartidismo que obligará a Susana Díaz a iniciar negociaciones con otras fuerzas políticas inéditas para formar Ejecutivo o por lo menos pactar para la investidura. El antiguo socio IU se ha desplomado desde los 12 diputados hasta los 5 diputados. Durante la campaña Díaz fue tajante en dejar claro que no pactaría nunca con PP o Podemos. Por lo que la única opción que queda, según sus palabras son Ciudadanos, que ha conseguido 9 escaños.
La aritmética deja que el PSOE tendrá que tantear al PP o las dos fuerzas políticas que han irrumpido con fuerza en el tablero político: Podemos y Ciudadanos. El PP ha confirmado el descalabro de José Manuel Moreno Bonilla que ha perdido 17 escaños hasta los 33 diputados, aunque se mantienen como segunda fuerza política.
Las sensaciones son de victoria para PSOE y de derrota del PP. Pero de desilusión para Podemos y euforia para Ciudadanos. La formación liderada por Teresa Rodríguez aparece con fuerza con 15 diputados, un excelente resultado para una nueva fuerza política, pero por debajo de las expectativas. La cara ha sido para Juan Marín que ha sacado 9 escaños y se ha consolidado como una sería alternativa de centro derecha.
Y si hay un serio derrotado es Izquierda Unida que se ha desplomado de 12 a cinco escaños, sin capacidad para formar grupo parlamentario. La irrupción de Podemos ha provocado ha dejado a la formación de Antonio Maíllo de determinante en la política andaluza a meramente testimonial. También UPyD es otro de los grandes derrotados de la noche al quedarse fuera del Parlamento al no lograr los suficientes votos para tener representación.