El propio Ellison, de 70 años, hacía publica su decisión encuadrándola en un plan natural de sucesión. En el comunicado donde hacía público los cambios, y en relación a Hurd y Katz, Ellison señalaba que "nosotros tres hemos sido capaces de trabajar juntos durante los últimos años y planificamos continuar trabajando así en el futuro". […]
Dirigentes Digital
| 19 sep 2014
El propio Ellison, de 70 años, hacía publica su decisión encuadrándola en un plan natural de sucesión. En el comunicado donde hacía público los cambios, y en relación a Hurd y Katz, Ellison señalaba que "nosotros tres hemos sido capaces de trabajar juntos durante los últimos años y planificamos continuar trabajando así en el futuro".
Una bicefalia extraña en el sector. Dentro del sector tecnológico, es extraño encontrar compañías dirigidas por dos directivos. Microsoft, Facebook o Apple están en manos de un solo ejecutivo.
La jubilación, ¿no es cosa de directivos?
Acabamos de ser testigos de cómo dos de los grandes empresarios de nuestro país, Emilio Botín e Isidoro Álvarez, fallecían ejerciendo el cargo a los 79 años de edad. Y si analizamos los principales directivos de las empresas del Ibex 35 encontramos que: Francisco González, presidente de BBVA, tiene 69 años; Florentino Pérez Rodríguez, presidente de ACS y del Real Madrid C.F. tiene 67.
Y es parece que a los directivos de las grandes compañías españolas les cuesta ceder el mando a las nuevas generaciones. El envejecimiento de los ejecutivos del Ibex supera al del resto de los CEOs de las Bolsas europeas, tal y como publicaba la revista Forbes.
De hecho, Emilio Botín eliminó en 2002 la edad de jubilación del presidente, que entonces era de 72 años. El mismo caminó siguió César Alierta, presidente de Telefónica, cuando suprimió el límite de 65 años para ser máximo directivo en la compañía durante 2007. El BBVA, por ejemplo, retrasó la edad de jubilación de todos los miembros de su consejo desde los 70 hasta los 75 años.
Silicon Valley
En cambio, la corriente que se extiende en Silicon Valley es diferente. Bill Gates dejó hace más de diez años las riendas de Microsoft; mientras que Steve Jobs, por motivos de salud, tuvo que dejar Apple en 2011, poco antes de fallecer.