Las perspectivas de crecimiento de China se han ido ralentizando con el paso de los años. Los analistas de Citi apuntan que este dato podría rondar la cifra del 7%, por debajo de los años anteriores. La evolución de la economía del gigante asiático depende de varios retos que han ido a apareciendo en los […]
Dirigentes Digital
| 06 ene 2015
Las perspectivas de crecimiento de China se han ido ralentizando con el paso de los años. Los analistas de Citi apuntan que este dato podría rondar la cifra del 7%, por debajo de los años anteriores. La evolución de la economía del gigante asiático depende de varios retos que han ido a apareciendo en los últimos tiempos.
Por un lado los expertos de Citi apuntan que el déficit presupuestario podría incrementarse lo que se suma a los riesgos que presenta el sector inmobiliario. El Gobierno trabaja en un plan fiscal para 2015, con la implementación de una política fiscal proactiva. En este plan no se encontraría el impuesto de propiedad dentro de las reformas impositivas para el próximo año.
Además, el Ejecutivo busca ayudar a digerir el stock inmobiliario mediante compras estatales. En este contexto, desde Citi señalan que esperan un incremento del déficit presupuestario de alrededor del 2,5% para 2015. Así las cosas, añaden que para conseguir el crecimiento del 7% será necesaria una política monetaria más fuerte
Otro de los frentes que debe vigilar China son los ingresos fiscales. Desde el Gobierno estiman que esta partida girará desde una velocidad muy alta hasta una velocidad baja en el contexto que han acuñado como "new normal", una especie de vuelta a la normalidad para tratar de relajar los ánimos sobre la ralentización del crecimiento del gigante asiático.
Los analistas de Citi apuntan que el déficit presupuestario se incrementará en parte debido al crecimiento más débil de los ingresos (lo que se debe por lo menos en parte a las reformas fiscales que han ido en el sentido de reducir el peso impositivo); sin embargo desde el Ejecutivo se muestran confiados en cumplir el techo implícito del 3% del PIB.