Aena sigue en proceso de privatización, pero mientras los accionistas de referencia ponen sus ofertas sobre la mesa crecen las voces críticas con el proceso. El porcentaje que se sacará al mercado será del 49% con el objetivo de que el control quede en manos del Ejecutivo. Una privatización que difiere de los procesos que […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2014
Aena sigue en proceso de privatización, pero mientras los accionistas de referencia ponen sus ofertas sobre la mesa crecen las voces críticas con el proceso. El porcentaje que se sacará al mercado será del 49% con el objetivo de que el control quede en manos del Ejecutivo. Una privatización que difiere de los procesos que se han llevado a cabo en otros países del entorno como, por ejemplo, Reino Unido donde se las operaciones se han efectuado de manera independiente para cada aeropuerto. Así, Lutton, Gatwick y Heatrowh se privatizaron por separado.
En el caso de España, aunque ahora es cuando la privatización de Aena está cogiendo ritmo, la idea lleva tiempo sobre la mesa. En un principio el planteamiento remitido al consejo de privatizaciones el año pasado mostraba la voluntad de privatizar el 60% del ente. Presiones y negociaciones después, la parte que se quedará en manos del Ejecutivo será la que controle el organismo. En esta primera etapa que se cierra ahora se pretende conseguir inversores de referencia para posteriormente sacar Aena a Bolsa en una OPV donde puedan acudir minoristas y en la que se espera colocar hasta el 28% del capital restante.
"No se trata de una privatización, sino más bien es una licitación", apunta Javier Flores, presidente de Asinver, a DIRIGENTES. "Por el porcentaje y las condiciones que se muestran en los pliegos no estamos ante una privatización. Es un quiero y no puedo", añade.
No es la única voz crítica contra la privatización de la gestora aeroportuaria, en el terreno político la oposición también está en contra. Aunque las razones que pueden llevar a uno u otro grupo a posicionarse contra esta medida son distintas, lo cierto es que el respaldo del Gobierno es escaso. Por su parte, los trabajadores de Aena tampoco perciben de forma positiva este proceso. "Estamos totalmente en contra, se pierde el concepto de servicio público. Nos parece un error y más en un momento en que la red de aeropuertos de Aena funciona", explican a DIRIGENTES desde Comisiones Obreras. En un proceso, que el sindicato califica como "poco transparente". "Existe el elemento agravante de que no existe una valoración oficial, sino que se deja en manos de terceros", agregan.
Por su parte, Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, señala a DIRIGENTES que la forma de privatización de Aena está haciendo que se interesen por ella compañías que tiene experiencia en gestión aeroportuaria. Con la mejora de las cuentas, apunta, se ha hecho además que la compañía sea "más apetitosa" para posibles inversores.
Toda la red
La privatización de Aena será por el todo, es decir, no irá aeropuerto por aeropuerto. Algo común en otros países, pero que en España podría hacer que hubiera una gran demanda por aquellos aeródromos que tienen buenos rendimientos como pueden ser Barajas o el Prat, mientras que podría haber dejado sin ofertas los más pequeños y menos rentables.
"Se trata del modelo del banco malo. Se pide dinero a los inversores para no están comprando la gestión están comprando el favor político", señala Flores. Un movimiento que sería el que estaría fomentado que en esta primera fase entraran accionistas como Ferrovial y se retiren otros como Ryanair, que en un principio mostró tentativas de presentar oferta.