Las conversaciones que se mantendrán en la capital de Catar, Doha, que se había mantenido en secreto, involucrarán al ministro de Petróleo de Arabia Saudí, Ali al-Naimi, y a su homólogo ruso, Alexander Novak, dos figuras que deben llegar a un acuerdo sobre cualquier acción global coordinada para mantener alguna esperanza de éxito. Según Reuters, […]
Dirigentes Digital
| 16 feb 2016
Las conversaciones que se mantendrán en la capital de Catar, Doha, que se había mantenido en secreto, involucrarán al ministro de Petróleo de Arabia Saudí, Ali al-Naimi, y a su homólogo ruso, Alexander Novak, dos figuras que deben llegar a un acuerdo sobre cualquier acción global coordinada para mantener alguna esperanza de éxito.
Según Reuters, estarán acompañados por el ministro de Petróleo de Venezuela, Eulogio del Pino, que en las últimas semanas ha visitado a importantes productores de crudo buscando apoyo para la idea de una "congelación" del bombeo en los niveles actuales, en un esfuerzo por detener una espiral descendente de los precios.
También se espera la asistencia del ministro de Petróleo de Catar, que ocupa este año la presidencia rotativa de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), un papel importante en la coordinación de consultas entre los miembros del grupo y las sugerencias para sus reuniones extraordinarias.
La reunión se celebra tras más de 18 meses de desplomes en los precios del crudo, que han llegado a situarse por debajo de los 30 dólares el barril por primera vez en más de una década. La caída ha sido más larga y más profunda que lo previsto, y el estado de ánimo podría estar cambiando entre los productores que hasta ahora han defendido su cuota de mercado en lugar de los precios.
Dentro de la OPEP hay un consenso creciente de que se debe alcanzar una decisión sobre una forma de apuntalar los precios, según el ministro de Petróleo de Nigeria, Emmanuel Ibe Kachikwu, a Reuters en una entrevista la semana pasada, donde reveló que también viajaría a Doha para reunirse con sus homólogos de Arabia Saudí y de Catar.
Mucho ha cambiado desde la última reunión del grupo a principios de diciembre, cuando los asistentes "apenas hablaron entre sí. Todo el mundo estaba protegiendo su propia lógica posicional", afirmó Kachikwu.