No hace tanto tiempo que fantaseamos con la idea de tener robots a nuestra disposición para realizar las tareas más arduas. Puede decirse que este futuro automatizado ha llegado, y sin embargo no ha sido del todo bueno, trayendo consigo un buen número de amenazas, sobre todo para nuestra seguridad. El debato ahora es diferente, […]
Dirigentes Digital
| 23 jun 2015
No hace tanto tiempo que fantaseamos con la idea de tener robots a nuestra disposición para realizar las tareas más arduas. Puede decirse que este futuro automatizado ha llegado, y sin embargo no ha sido del todo bueno, trayendo consigo un buen número de amenazas, sobre todo para nuestra seguridad.
El debato ahora es diferente, los robots, la inteligencia artificial y los programas informáticos que aprenden por sí mismos están haciendo que poco a poco algunos trabajos acaben por desaparecer definitivamente, causando así miles de pérdidas de puestos de trabajo.
Según un análisis realizado por el proveedor de software de recursos humanos, entre los empleos que ya han desaparecido o están a punto de hacerlo destacan, entre otros, empleado de videoclub ( En Estados Unidos se han cerrado 9.000 puntos de venta de Blockbuster, compañía que fue incapaz de adaptarse a las nuevas tendencias sentenciándose a sí misma. Con la facilidad actual de ver cualquier película desde la web usando plataformas online, ¿quién iría a alquilar?); revelador de fotografía (la tecnología y las redes sociales han acabado con la forma tradicional de fotografía. Ahora es muy fácil tener una foto a disposición cuando se desee, y es más, se pueden imprimir con una calidad bastante alta o mantenerse guardadas en el disco duro, Facebook o Instagram, entre otras opciones); cartero (Las cuentas de correo electrónico son uno de los medios que más han crecido en los últimos años: ofrecen economía, mensajes inmediatos y una interfaz sencilla de emplear); agente de viajes (según las estadísticas, el 71% de los viajeros prefieren consultar directamente a través de Internet la información acerca de vuelos, incluyendo horas y precios); y cajero de supermercado. Aunque este último no es un trabajo que sufrirá un descenso notorio, sí se está buscando la manera de dinamizar la compra y venta de productos.
De hecho, en grandes supermercados ya están disponibles terminales de auto pago, donde es el propio cliente quien pasa los códigos de barra e ingresa el dinero. Algo parecido está ocurriendo en los puestos de taquillero de cine o teatro, ya que muchos espectadores deciden sacar sus entradas por Internet o en terminales instalados cerca de las taquillas, ahorrándose así las largas colas y esperas.
Los profesionales de la educación, es decir los profesores, también se están viendo afectados por la ‘revolución de las máquinas’, y aunque parece imposible que su profesión desaparezca, si es cierto que cada vez son más imprescindibles y sus jornadas se están viendo reducidas. En muchos centros educativos y universidades estas personas ya no son necesarias para corregir exámenes por ejemplo, ya que hay máquinas correctoras que corrigen sin fallos y de manera eficiente y rápida.
Hay otras áreas en las que el peso de los sistemas informáticos está creciendo, como es la jurídica, en la que los programas están sistematizando y procesando grandes cantidades de información de forma que hacen prescindibles a buena parte de sus profesionales medios. Estas nuevas formas de automatización han renovado el debate sobre las consecuencias económicas de los avances tecnológicos. David H. Autor, profesor de economía en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, aseguraba al New York Times que esta tendencia está provocando que se pierdan muchos puestos de trabajo en la parte media de la pirámide económica, y que el crecimiento del empleo en la parte superior esté desacelerándose.
Estos son sólo algunos de los empleos que están en ‘peligro’, sin embargo, si nos centramos en la innovación más absoluta, la lista continúa creciento. Según un estudio realizado para Arizona, hay cinco áreas de trabajo o cinco industrias a las que les va a afectar especialmente el increíble desarrollo tecnológico que está teniendo lugar.
Competir con un robot es muy difícil, si éste se dispone a quitarte el trabajo probablemente lo logrará. El CEO de la compañía Callenger, John Callenger, explica que "hay definitivamente algunos trabajos en alto riesgo de ser completamente automatizados en nuestras vidas".
Para empezar, los encuentros o partidos deportivos podrían pasar a ser arbitrados por robots. Las cámaras que se utilizan para retransmitir muchos de estos partidos ya aprovechan las últimas tecnologías y éste no sería más que otro ejemplo de una posible pérdida de trabajo a causa de la tecnología. Sorprende aún más saber que los psicólogos que diagnostican si los pacientes sufren depresión también podrían ser sustituidos por estos robots. En este caso se trata de un software llamado Ellie el que ayuda en el diagnóstico de la enfermedad. También el trabajo de los periodistas, para nuestro infortunio, podría peligrar. El programa Wordsmith retransmite resultados deportivos, por ejemplo, o ganancias de empresas. Los conductores son otros de los profesionales que deben preocuparse de cara al futuro, ya que además de ‘luchar’ contra los robots, deben hacerlo contra los coches autónomos que cada vez están más cerca.