Francisco, que este mes comenzó el tercer año de su pontificado, presidió una colorida procesión en la plaza de San Pedro que conmemoró el recibimiento que el pueblo de Jerusalén otorgó a Jesús días antes de ser crucificado, según la Biblia. Miles de personas, entre ellos el papa argentino de 78 años, y prelados con […]
Dirigentes Digital
| 30 mar 2015
Francisco, que este mes comenzó el tercer año de su pontificado, presidió una colorida procesión en la plaza de San Pedro que conmemoró el recibimiento que el pueblo de Jerusalén otorgó a Jesús días antes de ser crucificado, según la Biblia. Miles de personas, entre ellos el papa argentino de 78 años, y prelados con vestimentas rojas, llevaban palmas y ramas de olivo en la plaza de San Pedro, en el día que marca el inicio de la Semana Santa, que concluye el Domingo de Resurrección.
En la homilía de la misa que se celebró a continuación, Francisco, que el mes pasado denunció la muerte de 21 cristianos coptos egipcios a manos de milicianos del Estado Islámico en Libia, rindió homenaje a los que, según dijo, morían hoy por su fe. "Pensemos también en la humillación de los que, por mantenerse fieles al Evangelio, son discriminados y sufren las consecuencias en su propia carne", dijo Francisco en una homilía en italiano, informa Reuters. "Y pensemos en nuestros hermanos y hermanas perseguidos por ser cristianos, los mártires de hoy: no reniegan de Jesús y soportan con dignidad insultos y ultrajes", dijo.
En algunas ocasiones Francisco ha expresado alarma por el ascenso del Estado Islámico y las penurias de los cristianos en Oriente Próximo. Dijo que estaría justificado que la comunidad internacional usara la fuerza militar como último recurso para detener una "agresión injusta" pero que no debería depender de una sola nación decidir cómo intervenir en el conflicto.