La salida a Bolsa de Aena tenía que haber sido la gran operación de 2014. Pero algo se torció. En teoría fue un error formal por no haber sacado a concurso al auditor que firmara la comfort letter (la carta que asegura que los datos proporcionados son acordes con la realidad). Sin embargo, las tensiones […]
Dirigentes Digital
| 14 ene 2015
La salida a Bolsa de Aena tenía que haber sido la gran operación de 2014. Pero algo se torció. En teoría fue un error formal por no haber sacado a concurso al auditor que firmara la comfort letter (la carta que asegura que los datos proporcionados son acordes con la realidad). Sin embargo, las tensiones entre los tres ministerios implicados (Fomento, Hacienda y Economía) parecían ser la causa real de este retraso.
Cuando ya estaba todo preparado para la que iba a ser la mayor OPV de los últimos años en España, la operación se frenó. Llamaba la atención que fuera un error formal cuando la operación se encontraba en la fase final de un proceso que había llevado meses en completarse.
De hecho, la OPV se frenó después de que ya se hubieran encontrado los inversores de referencia que conformarían el núcleo duro del capital social y que se comprometían en permanecer en el accionariado por lo menos un año. Ferrovial, Corporación Financiera Alba y The Children Investment Fund son los tres elegidos para detentar el 21% del capital social de Aena. Incluso llegó a filtrarse el rango de precios de la salida a Bolsa y es que únicamente faltaba que el Consejo de Ministros aprobara el folleto para posteriormente enviarlo a la CNMV.
El retraso de la salida a Bolsa de Aena parece solucionado ahora. Las tensiones entre los tres ministerios se habrían solucionado y algunos medios apuntan que la salida sería inminente. En este sentido, si la operación marcha según lo previsto, puede ser un buen golpe de efecto con las elecciones a la vuelta de la esquina.
Lo que no hay que perder de vista es que esta salida a Bolsa es una privatización bastante descafeinada de una de las últimas empresas públicas. El Estado continuará con el control de la compañía dado que únicamente la operación está diseñada para sacar a Bolsa accionas por un porcentaje del 49% de la compañía. Otro de los datos que hay que tener en cuenta es que el inversor minorista tendrá escasa representación en el capital social de Aena. Con el objetivo de borrar el mal recuerdo de la salida a Bolsa de Bankia, el Gobierno ha diseñado esta operación para que únicamente alrededor del 10% quede en manos de minoritarios.