Por Coté Soler, CEO, productor, director y conferenciante de “Conectando a las empresas con la cultura”
Coté Soler
| 24 jul 2024
Cada año me reúno con 300 directores de RRHH de empresas de 30 a 30.000 trabajadores. Me cuentan en petit comité qué es lo que realmente les preocupa de la gestión de sus equipos. Últimamente, una respuesta se repite más que el ajo: ¿equipo? ¿Qué equipo?
Desde que la pandemia instauró el teletrabajo y este ha venido para quedarse (al menos de forma parcial) en casi todas las empresas… la sensación de comunidad se ha evaporado. Cada uno trabajando desde su casa, con sus propios objetivos y marrones. También con su propia personalidad, que en remoto es más difícil de comprender.
Me cuentan los CEOS que si los trabajadores no tienen nada más que funciones y salario, empiezan los grandes problemas: frustración, departamentos que no se comunican, falta de engagement, rotación, falta de motivación…
Todo el mundo quemado y en las trincheras. Y es por eso que las empresas andan a la caza de acciones que unan sus equipos, que les ayude a ver que forman parte de un grupo, algo más grande que ellos solos, que trabajan por un propósito dentro de una cultura que tiene determinados valores.
Entonces, ¿cuáles son los beneficios de un equipo cohesionado en 2024 para la empresa? ¡Muchos!
Primero, aumenta la motivación. Un equipo unido se siente parte de algo más grande, lo que incrementa su entusiasmo y compromiso. Este aumento en la motivación lleva directamente a un incremento en la productividad. Cuando todos están en sintonía, los objetivos personales se alinean con los objetivos del negocio, creando una sinergia poderosa.
Además, la rotación de personal disminuye. Los empleados que se sienten conectados con sus compañeros y con la empresa tienen menos ganas de buscar oportunidades fuera. La creatividad también recibe un impulso, ya que un ambiente colaborativo estimula el intercambio de ideas y soluciones innovadoras.
Una cultura de empatía hacia el compañero se desarrolla naturalmente en equipos cohesionados. Esto reduce los conflictos y, cuando surgen, se manejan de manera más constructiva. Los proyectos se terminan antes porque hay menos malentendidos y más colaboración. En resumen, la cohesión no es solo un beneficio intangible, sino una ventaja competitiva concreta.
Vale, y ¿cómo conseguir esto? Aquí viene la vuelta de tuerca que no esperabais: gracias a nosotros, la gente del espectáculo.
Imagina una empresa que de un día para otro pasa de tener 5 empleados a 500. Que además trabajan contrarreloj para entregar un proyecto en un deadline inamovible, que está obligado a facturar un importe muy alto y del que todo el mundo va a opinar.
Tremenda presión, ¿no?
Pues eso es, exactamente, rodar una película. O una obra de teatro, o una serie.
Para la gente del espectáculo, crear equipos de trabajo de altísimo rendimiento en plazos exprés es literalmente la esencia de nuestra profesión.
Tenemos que lograr trabajar en equipo en un entorno increíblemente volátil. No hay estructuras, no hay experiencia conjunta, no hay calma. Lo que sí que hay es incertidumbre, prisa, inseguridad, necesidad de crear e innovar constantemente, traspasando nuestros propios límites cada vez. En nuestra profesión, dar el máximo y dar algo nuevo cada vez, es imperativo.
¿Y el éxito? Sabemos que solo se logra cuando todos se alinean hacia un objetivo común, poniendo el bien del grupo por encima de las individualidades.
Bajo este contexto, nos planteamos que la gente del espectáculo podemos enseñar mucho a la gente de las empresas sobre cómo unir equipos para que funcionen a alto rendimiento. Fundamos BeLiquid, capitaneados por un servidor Coté Soler, de la mano de Antonio Resines y Tamzin Townsend, la reina Midas del teatro español.
Y pusimos en marcha el Método BeLiquid, que consiste en meter en una coctelera técnicas de management con técnicas escénicas, para impartir formaciones corporativas realmente transformadoras.
Os pongo un ejemplo. Como os comentaba antes, la gente del espectáculo trabajamos de forma muy cohesionada para levantar la obra, para producir la película, para sacar la escena adelante. Tener que resolver algo todos juntos es una técnica actoral que sabemos que en el mundo de la empresa funciona muy bien, porque a veces en una empresa se olvida que todos están trabajando por un mismo objetivo.
Cuando están en departamentos diferentes o apenas se ven o tienen poco contacto entre ellos, pueden llegar a olvidar que el bien grupal se consigue estando todos con un objetivo común. Entonces, en nuestras formaciones sobre trabajo en equipo, siempre planteamos ejercicios que solo saldrán bien si todos colaboran. Me refiero a cosas prácticas: construir una historia, dibujar una idea, presentar un proyecto… Lo importante es que la propia dinámica demuestre que si hay uno o dos que no colaboran, pues no va a salir bien.
La clave es que nuestro método es experiencial. Esto quiere decir que no se lo contamos, sino que el equipo de trabajo lo experimenta de forma práctica en primera persona. Si uno no rema a favor, todos experimentan la frustración. La dinámica está diseñada para que los resultados sean evidentes.
Al final, este nuevo ángulo de trabajar la cohesión de equipos mediante técnicas interpretativas ha resultado un exitazo. De hecho, en BeLiquid hemos ganado el premio a la Idea del Año 2024 en categoría formación corporativa. Tenemos la suerte de que muchas empresas no solo cuentan con nosotros, sino que también están felices con los resultados.
Como se diría, un éxito de público y crítica.