La historia de Telefónica podría definirse como un testimonio palpable de la capacidad para adaptarse y evolucionar en un sector en constante cambio. Desde sus inicios la compañía ha logrado crecer y transformarse hasta erigirse en la actualidad como una multinacional líder en telecomunicaciones con un gran peso en el mundo entero
Grandes compañíasG.D.
| 24 sep 2024
Hablar de Telefónica es hablar de la historia de España. A lo largo de sus más de 100 años de trayectoria, la compañía de telecomunicaciones ha sabido adaptarse a un sector cambiante y competitivo y se ha convertido en uno de los grandes pilares de desarrollo de la telecomunicación, principalmente en España.
Desde su fundación, la teleco ha evolucionado como eje principal para la modernización de nuestro país, ya que ha facilitado la conectividad y el intercambio de información, adaptándose al ritmo vertiginoso al que ha avanzado la tecnología.
Durante sus 100 años de historia, Telefónica ha llevado la innovación por bandera y ello le ha permitido pasar de ser una empresa nacionalizada a la gran multinacional internacional que es en nuestros días, destacando en áreas clave como la telefonía móvil, el internet de alta velocidad o los servicios digitales avanzados, entre muchos otros.
El papel de Telefónica a lo largo de la historia de España va mucho más allá de la transformación de la infraestructura de comunicaciones en nuestro país, ya que ha sido un agente de cambio en la economía y la sociedad y ha contribuido, sin lugar a dudas, en el progreso tecnológico y el bienestar de muchas personas.
Por todo ello, en DIRIGENTES, realizamos un repaso por los principales hitos de la historia de esta gran compañía.
La trayectoria de Telefónica arrancó el 19 de abril de 1924 cuando se fundó la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), con el objetivo de modernizar las telecomunicaciones de nuestro país, que en aquel momento contaba con grandes limitaciones en su infraestructura de comunicación. La fundación de Telefónica fue posible gracias a la colaboración entre el Gobierno de España y la International Telephone and Telegraph Corporation (ITT), una empresa de Estados Unidos que proporcionó el capital y la tecnología necesarios para que el proyecto pudiera ponerse en marcha. Posteriormente la compañía se vio apoyada, también, por grandes bancos españoles como el Urquijo o el Banco Hispanoamericano.
Bajo la presidencia de Estanislao de Urquijo y Ussía, durante los primeros años la sede de la CTNE se situó en la Avenida del Conde de Peñalver, donde permanecería hasta el 1930, momento en el que se trasladó al rascacielos del arquitecto Ignacio de Cárdenas.
En esta primera etapa, Telefónica construyó la infraestructura básica necesaria para crear una red de telefonía nacional y con ello unificó las comunicaciones en España y mejoró la conectividad del país. Un hito de gran relevancia para aquel momento fue la primera llamada telefónica transoceánica en 1928 protagonizada por el Rey Alfonso XIII quien contactó con Calvin Coolidge, presidente de Estados Unidos.
Posteriormente, durante la Guerra Civil española, y con José Navarro-Reverter Gomis al frente, la sede de Telefónica se convirtió en un enclave de gran relevancia especialmente para la prensa, ya que desde allí los corresponsales extranjeros podían enviar las crónicas a sus periódicos.
Cuando finalizó la Guerra Civil, el gobierno nacionalizó la compañía y adquirió la mayoría de sus acciones, lo que se tradujo en una mayor inversión y una expansión de la red de telefonía, especialmente hacia las zonas menos desarrolladas.
En el año 1955 el número de teléfonos instalados por telefónica alcanzaba ya el millón; en 1962 esta cifra llegaba a los dos millones y en 1966, la instalación de teléfonos había superado ya los cuatro millones.
Durante los años 60 la CTNE pasó a conocerse como “La Telefónica” gracias a las campañas publicitarias de la compañía. En esta década Telefónica se centró en mejorar su estructura e introdujo nuevas tecnologías y servicios, como la automatización de sus centrales, lo que mejoró la calidad y eficiencia de las comunicaciones.
La escalada en el desarrollo era tan grande, que en la década de los 70 España se convirtió en líder mundial en redes de conmutación. Se inicia en esta etapa la era de los datos y Telefónica fue pionera en desarrollar ese tipo de tecnología, que sería el embrión de internet. Además, a finales de los años 70 se introdujeron los primeros servicios móviles, en los que Telefónica también fue pionera.
Durante este periodo de gran crecimiento y expansión para la compañía, se sucedieron los presidentes Antonio Barrera de Irimo, José Antonio González-Bueno, Tomás Allende García-Baxter, Salvador Sánchez-Terán Hernández y Luis Solana Madariaga.
La década de los 90 marcó un punto de inflexión para la compañía ya que se produjo la liberalización del mercado en España y entraron los primeros competidores. Con ello, Telefónica empezó a operar con una mayor flexibilidad y pudo adaptarse de una forma más rápida a los cambios del mercado. Durante este periodo estuvo al mando de Cándido Velázquez-Gaztelu Ruiz y Juan Villalonga Navarro.
Gracias a ello, Telefónica inició su expansión hacia América Latina, llegando a Argentina y Chile y posteriormente a Perú, Colombia, México y Brasil, convirtiéndose en el operador más importante de toda la región, lo que marcaría el rumbo de la compañía para siempre, ya que pudo incrementar sus ingresos y ser menos dependiente del mercado español.
En la década de los 2000 Telefónica diversificó sus servicios, adaptándose a las nuevas necesidades del mercado y empezó a ofrecer telefonía fija y móvil, pero también internet de alta velocidad, televisión digital y soluciones integradas de comunicaciones para empresas. Todo ello bajo el mandato de César Alierta Izuel como presidente.
Asimismo, Telefónica dio el salto definitivo a Europa, con la compra de O2 y dio sus primeros pasos en el mercado británico y en el alemán, donde es hoy un agente de gran relevancia. Durante aquellos años, Telefónica desplegó fibra por toda España, situando a Europa a la cabeza en la conectividad de banda ancha. Con ello, la compañía ofrecía mejores servicios de televisión y telefonía y se convirtió en un actor clave en el despliegue de las redes 4G y 5G, erigiéndose como una compañía pionera en la innovación tecnológica dentro de su sector de telecomunicaciones.
Durante el año 2019, con la llegada de la pandemia de la COVID-19, Telefónica jugó un papel fundamental para que la conexión entre las personas no cesara en el momento más importante. En aquel momento ya se situaba al mando el actual presidente de Telefónica José María Álvarez-Pallete.
Posteriormente, la compañía presentó un plan estratégico sustentado en cinco pilares:
En 2020 adquirió parte de los activos móviles de Oi en Brasil y consolidó su presencia en Reino Unido tras la puesta en marcha de VMO2, operador líder en el mercado británico.
En 2021, American Towers adquirió la división de torres de su filial Telxius por 7.700 millones de euros y la compañía desarrolló el Hub de Innovación y Talento, un proyecto que convirtió sus 140.000 metros cuadrados de sede en una red de edificios inteligentes conectados entre sí, nombrado como Distrito Telefónica.
Telefónica acaba de cumplir sus primeros 100 años de historia y actualmente está inmersa en un nuevo plan estratégico basado en el Crecimiento, la Rentabilidad y la Sostenibilidad (GPS), con el que seguir liderando la era digital. Este plan propone objetivos financieros más ambiciosos y robustos, en un momento de fortaleza financiera y resiliencia de la compañía, con una estrategia de creación de valor a medida y estricta política de gestión de capital.
En nuestros días, Telefónica sigue siendo uno de los principales proveedores de servicios de telecomunicaciones del mundo y ofrece conectividad fija y móvil, así como una gran gama de servicios digitales para particulares y empresas.
Está presente en 12 países en Europa y Latinoamérica donde cuenta con 384 millones de clientes.
La fortaleza de sus despliegues en redes y tecnología le permiten afrontar esta nueva era marcada por la profunda y disruptiva innovación generada por las distintas tendencias tecnológicas, desde un modelo más ágil, eficiente y sostenible.