La operación permite cumplir un doble objetivo. Por un lado, reducir la morosidad, al transmitirse créditos dudosos y fallidos. Y, por otro, elevar la liquidez y liberar recursos para la concesión de nuevos créditos. El importe global de la cartera se desglosa en 253,9 millones de euros correspondientes a Bankia y otros 132 millones de […]
Dirigentes Digital
| 06 jul 2016
La operación permite cumplir un doble objetivo. Por un lado, reducir la morosidad, al transmitirse créditos dudosos y fallidos. Y, por otro, elevar la liquidez y liberar recursos para la concesión de nuevos créditos.
El importe global de la cartera se desglosa en 253,9 millones de euros correspondientes a Bankia y otros 132 millones de euros que corresponden a BFA.
La venta de esta cartera reduce el saldo de créditos dudosos del grupo en 230,2 millones de euros, siendo los restantes 155,7 millones de euros deuda fallida totalmente provisionada. De los créditos dudosos, 214,8 millones de euros corresponden a Bankia y 15,4 millones de euros a BFA.
Con el fin de maximizar el precio obtenido por las carteras, la venta ha seguido un proceso competitivo entre inversores institucionales y entidades financieras de primer orden.
De esta manera la entidad sigue avanzando con el compromiso de desinvertir todos aquellos activos considerados no estratégicos.