Los dos partidos acaban de firmar "un preacuerdo electoral en el marco de las próximas elecciones generales del 26-J, con el objetivo de recuperar el país en favor de las clases populares", según han informado ambas formaciones. "Tras el consenso alcanzado entre ambas formaciones en las líneas generales del acuerdo, el secretario de Organización […]
Dirigentes Digital
| 09 may 2016
Esta mañana, Alberto Garzón afirmaba que "las negociaciones están muy avanzadas. Nos hubiera gustado tenerlo para el sábado pero no pudo ser", durante una entrevista en Antena 3. El dirigente de Izquierda Unida, durante su ronda de intervenciones en varios medios de comunicación, declaraba que hoy mismo esperan tener "avances importantes en la negociación", algo imprescindible para poder someter a votación de las bases los términos del acuerdo a partir de mañana.
"No estamos negociando una confluencia, sino echarnos una mano", declaraba Íñigo Errejón en una entrevista. A ello, respondía el exdirigente de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, uno de los más críticos con la confluencia, a través de Twitter: "Tiene razón Errejón en que no se trata de confluencia, es un matrimonio de conveniencia para Podemos. Solo negocios". "Eso no se llamaría confluencia, ni siquiera coalición. Se trataría de una absorción humillante de candidatos de IU en listas de Podemos", señalaba Llamazares.
Algunas de las dudas más importantes que las dos formaciones debían resolver se referían a la configuración de las listas y a la aparición de las siglas de ambas formaciones en la confluencia, ya que Izquierda Unida quería tener presencia con sus siglas y no ser "absorbida" dentro del partido morado. "No habrá problema en que las siglas, logos e identidad de cada organización estén visibles en todos los ámbitos", ha declarado por su parte Alberto Garzón, con lo que parece indicar que el obstáculo de las siglas podría estar solventado.
La otra duda viene con la configuración de las listas. Se desconoce la posición que ocupará Garzón en las listas conjuntas, aunque ha solicitado ir por Madrid, la lista típicamente reservada para los dirigentes de las formaciones. Igualmente, ambos partidos discrepan en el número de diputados que le correspondería a la formación de Garzón. "En términos de escaños y sobre un escenario básico de repetición de resultados del 20-D eso significa una horquilla de entre 8 y 12 diputados/as en puestos de salida", se recogía en la Resolución del Consejo Política Federal de IU del pasado sábado. "Aportamos 1/4 de los votos de la coalición, pero somos generosos y sólo pedimos 1/6 de los diputados", ha señalado Garzón.
A este respecto se ha pronunciado el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, quien en un artículo en su blog opina que los puestos de salida de los que habla IU "no existen", sino que hay puestos "en los que es muy fácil obtener escaños" y a partir de ahí se va reduciendo la probabilidad de salir diputado. Por ello, Echenique habla de dos tipos de puestos: "puestos de salida plus" (aquellos en un puesto más alto del requerido para obtener escaño y "puestos de salida sin el plus". Echenique habría ofrecido a Izquierda Unida dos puestos "fijos" con escaño, otros tres "sin el plus" y otros cuatro en los que la probabilidad de conseguir escaño va disminuyendo. "Es decir, que si olvidamos definiciones poco sólidas y hablamos claro, se ofrecieron 9 puestos al Congreso con altas posibilidades de convertirse en escaños", recogía Echenique en su artículo.
Sin embargo, aún se desconoce en qué circunscripciones se darían esos "puestos de salida". "No hay acuerdos perfectos, ambos debemos ceder pensando más en la sociedad que en nuestras organizaciones", ha señalado Garzón.