El último número de Cuadernos de Información Económica, editado por Funcas, aborda una cuestión clave dadas la elevada tasa de paro y las proyecciones que apuntan a un descenso del ritmo de crecimiento de la economía española hasta situarlo por debajo del 2% a partir de 2018. Daniel Fernández Kranz observa en su artículo que […]
Dirigentes Digital
| 19 jul 2016
El último número de Cuadernos de Información Económica, editado por Funcas, aborda una cuestión clave dadas la elevada tasa de paro y las proyecciones que apuntan a un descenso del ritmo de crecimiento de la economía española hasta situarlo por debajo del 2% a partir de 2018.
Daniel Fernández Kranz observa en su artículo que antes de 2012 la creación neta de empleo se daba sólo a partir de tasas de crecimiento del PIB superiores al 2%. Sin embargo, desde ese año la economía española es capaz de crear puestos de trabajo con crecimientos del PIB cercanos o ligeramente superiores al 1%. España empieza a crear puestos de trabajo en el segundo trimestre de 2014 y lo sigue haciendo de forma ininterrumpida hasta 2016.
El PIB empieza a crecer en tasa interanual en el primer trimestre de 2014 a un ritmo del 0,42% y se acelera hasta alcanzar el 3,54% en el último trimestre de 2015. "Durante 2014, la economía española creó más de 400.000 puestos de trabajo a pesar de crecer a una tasa promedio de tan sólo el 1,36%. Incluso en aquellos trimestres en los que se creció cerca del 1%, el mercado laboral español fue capaz de generar empleos netos", explica el autor. Este dinamismo en la creación de empleo se concentra en el sector privado, en la industria y en el empleo a tiempo completo.
En opinión de Fernández Kranz, los datos son consistentes con la hipótesis que relaciona este proceso con la reforma laboral de 2012 y la moderación salarial tras su aplicación, al concentrarse los beneficios en la industria y para los contratos temporales en fases de bajo crecimiento económico. No obstante, aunque la reforma de 2012 ha resultado en una mayor tasa de creación de empleo a niveles bajos de crecimiento, no es el caso ante incrementos más elevados del PIB, para los que el ritmo de creación de empleo es similar al de anteriores recuperaciones, explican desde Funcas.