Una y otra vez Google es acusada de haber incurrido en prácticas monopolísticas. Se está empezando a convertir en algo común y ya no causa las mismas reacciones cuando se hace público que la compañía creadora del buscador web más utilizado del mundo está siendo investigada. Según funcionarios de la Comisión Federal de Comercio de […]
Dirigentes Digital
| 12 may 2016
Una y otra vez Google es acusada de haber incurrido en prácticas monopolísticas. Se está empezando a convertir en algo común y ya no causa las mismas reacciones cuando se hace público que la compañía creadora del buscador web más utilizado del mundo está siendo investigada. Según funcionarios de la Comisión Federal de Comercio de estados Unidos (FTC), una “importante compañía norteamericana” habría acusado a Google de haber abusado de su posición dominante entre los buscadores de Internet, lo mismo por lo que fue acusada la compañía en 2013, pero esta vez relacionado con la cuota de mercado del sistema operativo Android, perteneciente a Google. Según datos de Kantar Worldpanel, el 70% de los teléfonos móviles en los cinco mayores países europeos llevan el sistema operativo Android (en España es del 89,6%). Estos números reflejan la hegemonía del buscador en Europa, por lo que la acusación de monopolio en la Zona Euro es más que comprensible. Sin embargo, llama la atención que esta misma denuncia se haya producido en Estados Unidos. En el país de las oportunidades es el 59% de los dispositivos móviles los que cuentan con Android, cifra muy inferior a la de los países europeos. En Europa, el procedimiento abierto sobre Android se une a otro que ya lo estaba desde el año pasado sobre los resultados de compras recomendadas del buscador. Después de meses, no hay ningún resultado definitivo, y no parece que lo vaya a haber pronto. Mientras tanto, las denuncias por monopolio se le acumulan a Google, aunque hay que recordar que en casos precedentes, como el de 2013, ya se le declaró inocente. Ese año Google tan solo tuvo que comprometerse a hacer más transparentes sus procesos, pero se libró de cualquier tipo de sanción económica. En el caso de Android, la Comisión Europea investiga también si Google presiona a los fabricantes para que no instalen versiones modificadas del sistema operativo, conocidas como ‘forks’. Sin embargo, la FTC americana aún no ha dado a conocer cuáles serán los focos en los que se centrará la investigación que acaba de abrir sobre la compañía.