Por la mañana, el Papa Francisco ha bendecido los dos edificios de Cáritas en Cracovia: La Casa de la Misericordia para pobres y ancianos y la Casa de Pan. A continuación, hará un recorrido entre los fieles. Seguidamente, ha oficiado la Misa final de la Jornada Mundial de la Juventud y anunciará el próximo lugar […]
Dirigentes Digital
| 31 jul 2016
Por la mañana, el Papa Francisco ha bendecido los dos edificios de Cáritas en Cracovia: La Casa de la Misericordia para pobres y ancianos y la Casa de Pan. A continuación, hará un recorrido entre los fieles.
Seguidamente, ha oficiado la Misa final de la Jornada Mundial de la Juventud y anunciará el próximo lugar que acogerá este evento.
Durante la homilía de la Misa de clausura, el Pontífice ha querido mandar a los fieles un mensaje de amor y de confianza en uno mismo. "Siempre nos queda la esperanza, incluso cuando nos encerramos en nuestras tristezas, rumiando continuamente los males sufridos y el pasado", ha declarado el Papa Francisco.
"Puede que os juzguen como unos soñadores, porque creéis en una nueva humanidad, que no acepta el odio entre los pueblos, ni ve las fronteras de los países como una barrera y custódialas propias tradiciones sin egoísmo y resentimiento. No os desaniméis: con vuestra sonrisa y vuestros brazos abiertos predicáis la esperanza y sois una bendición para la familia humana, tan bien representada por vosotros aquí", ha señalado el Papa Francisco a los jóvenes asistentes a la celebración de la Misa.
Por la tarde, el Pontífice ha llegado a Arena Tauron para encontrarse con los voluntarios de la JMJ y el Comité Organizador Local y patrocinadores. Por último, viajó hasta el aeropuerto de Cracovia, desde donde abandonó el país polaco.