Desde Turquía insisten en que la visita de Erdogan a San Petersburgo no indica que el país esté dando la espalda a Occidente. Más bien, afirman que es una continuación del intento de acercamiento con Rusia iniciado semanas antes del intento de golpe de estado el pasado 15 de julio. Pero el deshielo de las […]
Dirigentes Digital
| 06 ago 2016
Desde Turquía insisten en que la visita de Erdogan a San Petersburgo no indica que el país esté dando la espalda a Occidente. Más bien, afirman que es una continuación del intento de acercamiento con Rusia iniciado semanas antes del intento de golpe de estado el pasado 15 de julio.
Pero el deshielo de las relaciones con Moscú, que impuso sanciones comerciales al país hace nueve meses después de que Turquía derribase un avión de combate ruso cerca de la frontera con Siria, llega en uno de los peores momentos en la relación entre Ankara y Occidente.
Tal y como señala Reuters, Erdogan y muchos turcos se han indignado por las reacciones de Occidente tras el golpe de estado al considerar que ha habido mucha preocupación por la represión posterior al golpe, pero cierta indiferencia hacia los acontecimientos en los que fallecieron 230 personas cuando militares golpistas bombardearon el parlamento.
El gobierno turco ha acusado del golpe a seguidores de un clérigo islámico que vive en un autoimpuesto exilio en Estados Unidos y ha realizado una purga de decenas de miles de supuestos golpistas entre los colectivos de servicios públicos como profesores, policía o personal de juzgados y ejército. Ante esto, los países occidentales han calificado la purga de demasiado rápida e indiscriminada.
Las relaciones están dañadas hasta el punto de que el ministro de exteriores alemán llegó a decir esta semana que no había base para discusiones: "Estamos hablando como representantes de dos planetas diferentes". Por ello, el canciller austriaco sugirió que se suspendiesen las negociaciones para el ingreso de Turquía en la UE.
El encuentro de Erdogan con Putin será el segundo con otro jefe de estado tras el golpe, después de que el viernes visitase Ankara el presidente de Kazajistán. De hecho, algunos funcionarios turcos han criticado que ningún líder occidental haya visitado Turquía para mostrar su solidaridad.
"Tanto Rusia como Turquía son parias en lo que se refiere al Oeste", dijo Andrey Kortunov, director general del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, un grupo de análisis de política exterior cercano al Ministerio de Exteriores ruso. "Como consecuencia de esto, el fallido golpe ha acercado a Rusia y Turquía, pero todavía quedan serias diferencias entre los dos países", explicó a Reuters.
Los desacuerdos, en cambio, persisten sobre Siria, donde Moscú respalda al presidente Bashar al-Assad al que rechaza Ankara y también en el sur del Cáucaso, donde Turquía respalda a Azerbaiyán en un conflicto con Armenia, aliado de Rusia, sobre una región separatista.