El responsable de prensa del BCE, Michael Steen, ha desmentido la información publicada ayer por Bloomberg, en la que informaba de que, a menos de seis meses de que llegue la fecha puesta por el propio BCE para dar fin al QE, iría reduciendo los estímulos poco a poco hasta llegar a la fecha límite. […]
Dirigentes Digital
| 04 oct 2016
El responsable de prensa del BCE, Michael Steen, ha desmentido la información publicada ayer por Bloomberg, en la que informaba de que, a menos de seis meses de que llegue la fecha puesta por el propio BCE para dar fin al QE, iría reduciendo los estímulos poco a poco hasta llegar a la fecha límite. Según fuentes del BCE consultadas por Bloomberg, las compras iban a reducirse en torno a 10.000 millones de euros cuando la institución lo crea necesario.
"El Consejo de Gobierno (del BCE) no ha discutido estos temas, como dijo (el presidente Mario) Draghi en la última conferencia de prensa y durante un testimonio ante el Parlamento Europeo", ha declarado Steen a través de Twitter.
Bloomberg aseguraba que la retirada progresiva de los estímulos imitaría al plan ejecutado por la Reserva Federal entre diciembre de 2013 y octubre de 2014, por el que las compras de bonos se fueron reduciendo en unos 10.000 millones de dólares al mes para intentar minimizar el riesgo de shocks en el mercado.
Según destacaban desde Bloomberg, la decisión final del BCE no sólo dependería de las previsiones macroeconómicas de la Eurozona, sino que también sería muy relevante la cantidad de activos disponibles en el mercado, puesto que la institución se puede quedar sin bonos que cumplan los parámetros marcados por el BCE. Otros analistas han señalado que este programa no puede extenderse eternamente, puesto que el ritmo de compras del BCE es superior al de la emisión de bonos.
Aunque el QE finalizara, el balance del BCE no se reducirá de forma inmediata, ya que el banco central se comprometará a reinvertir el dinero obtenido al vencimiento de los bonos. De esta forma, los efectos del estímulo se mantendrán hasta finales de 2020, según ha señalado el gobernador del banco central de Países Bajos.