La burbuja inmobiliaria explotó en nuestro país dejando un rastro interminable de empresas en graves problemas económicos. Sin ir más lejos, las compañías Reyal Urbis o Martinsa Fadesa conocieron de primera mano unos años en los que todo lo relacionado con la construcción y con el negocio inmobiliario parecía abocado a la extinción. Una década […]
Dirigentes Digital
| 31 ene 2018
La burbuja inmobiliaria explotó en nuestro país dejando un rastro interminable de empresas en graves problemas económicos. Sin ir más lejos, las compañías Reyal Urbis o Martinsa Fadesa conocieron de primera mano unos años en los que todo lo relacionado con la construcción y con el negocio inmobiliario parecía abocado a la extinción. Una década después la situación económica repunta y mantiene un crecimiento constante que tiene que ver con sectores como el inmobiliario, que mantiene un gran peso en la economía española. Fruto de los continuos aumentos de ventas de viviendas se multiplican las empresas dedicadas a la venta de casas y pisos. Durante 2017 la venta de viviendas estuvo cerca de alcanzar el medio millón (470.000 viviendas), la cifra más alta desde el hundimiento del mercado inmobiliario en España en 2008. En concreto, siete de cada diez viviendas de las que se vendieron en 2017 eran de segunda mano, un dato que según los indicadores parece sostenible en los próximos tiempos. Según un estudio de Idealista, la disponibilidad de viviendas usadas ha crecido un 32% desde 2014 y en diciembre de 2017 había 410.072 inmuebles usados disponibles. Además, el mercado español parece dispuesto a adquirir viviendas, en concreto, un 35% de los españoles quieren o se plantean comprar una casa este año, conforme a los datos de una encuesta de Hep My Cash. Para dar salida a estas expectativas, en España existen 70 marcas de franquicias inmobiliarias, según la consultora Tormo Franquicias. Dichas empresas acumulan un total de alrededor de 3.000 franquiciados, que en total genera 10.000 empleos y factura 300 millones de euros. Todo ello está relacionado con la aceleración de la actividad en el sector y también con que el número de franquiciadores ha estado cerca de triplicarse con respecto a 2015. Por su parte, los franquiciados han elevado su grado de profesionalización, lo que contribuye a mejorar el modelo de negocio y a consolidar el crecimiento de las franquicias. Para los franquiciados, existen diversas opciones para dedicarse al sector inmobiliario. Agencias como John Taylor o Coldwell Banker, dirigidas a compradores con mayor poder adquisitivo, que necesitan inversiones de más de 120.000 euros. En el término medio se encuentran marcas como Tecnocasa, Don Piso o Solvia, donde las nuevas oficinas requieren inversiones de entre 40.000 y 60.000 euros. En cualquier caso, la realidad es que existen un gran número de franquicias, un indicio de que la tendencia futura será la agrupación. El subdirector general de Don Piso, Emiliano Bermúdez tiene claro que “no es aconsejable viajar solo”.