El escándalo de la filtración de datos de 50 millones de perfiles de Facebook que sirvieron para apuntalar las campañas de Trump y del Brexit se ha llevado por delante al jefe de seguridad de la empresa, Alex Stamos. El directivo no ha sido despedido de la compañía, aunque ha sido reubicado en un puesto […]
Dirigentes Digital
| 20 mar 2018
El escándalo de la filtración de datos de 50 millones de perfiles de Facebook que sirvieron para apuntalar las campañas de Trump y del Brexit se ha llevado por delante al jefe de seguridad de la empresa, Alex Stamos. El directivo no ha sido despedido de la compañía, aunque ha sido reubicado en un puesto de perfil más bajo. Las debilidades de Facebook fueron supuestamente aprovechadas por la consultora Cambridge Analytics, responsable de parte de la campaña del actual presidente de Estados Unidos. Además, tanto políticos estadounidense como europeos han señalado las flaquezas de la red social para hacer frente a la manipulación informativa, especialmente la proveniente de Rusia. En un clima tenso dentro de la compañía, el New York Times ha señalado, citando fuentes internas de la tecnológica, que Stamos se habría enfrentado con diversos directivos a la hora de gestionar estos problemas. Al final, le ha costado la cabeza. Facebook se ha negado a hacer ningún comentario sobre si este había renunciado o si existían desacuerdos con otros ejecutivos de la compañía en la gestión de la crisis. Desde el comienzo de la crisis, que dura ya más de un año aunque se ha recrudecido en este 2018, la política de Facebook ha sido clara: “no tenemos la culpa de nada”. El jefe de seguridad habría apostado en diversas reuniones internas por asumir ciertas deficiencias, algo que en las altas esferas de Menlo Park no habría sido bien recibido. Así las cosas, y con la opinión pública cada vez más en contra, está por ver como se comporta la compañía frente a este escándalo en las próximas semanas. De momento, la técnica del avestruz no le está yendo bien a los chicos de Mark Zuckerberg.