La Sociedad de Gestión de Activos Procedente de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha presentado sus resultados de 2017 con un halo de optimismo. Durante el último ejercicio ha conseguido reducir sus pérdidas un 15% hasta los 565 millones, arrastrados por el alto endeudamiento que presenta la compañía, ya que de no soportar una carga financiera […]
Dirigentes Digital
| 23 mar 2018
La Sociedad de Gestión de Activos Procedente de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha presentado sus resultados de 2017 con un halo de optimismo. Durante el último ejercicio ha conseguido reducir sus pérdidas un 15% hasta los 565 millones, arrastrados por el alto endeudamiento que presenta la compañía, ya que de no soportar una carga financiera estimada en 541 millones, el beneficio habría ascendido a siete millones de euros. La mejora de estos resultados se debe al buen comportamiento de la venta de inmuebles, que el año pasado alcanzaron las 18.925 unidades, lo que supone un 34% con respecto al 2016 y sitúa el nivel medio de transacciones en 52 por día. De este total, dos tercios de las operaciones se concentraron en Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid, según ha explicado Sareb este viernes. De manera paralela, la compañía encabezada por Jaime Echegoyen ha obtenido unos ingresos de 3.833 millones, un 2% menos como consecuencia de la disminución de una cartera de activos cada vez más reducida por el efecto del proceso de desinversión, la misión para la que fue creado este ‘banco malo’. En concreto, la gestión de los activos financieros, principalmente préstamos de promotores inmobiliarios, generó 2.622 millones, el 69% de los ingresos anuales. El resto procede de la comercialización de viviendas y suelo terciario, así como la cartera en alquiler. “Con un nivel de ingresos ligeramente menor al año pasado, hemos sido capaces de incrementar nuestros márgenes positivos, vender más inmuebles y mejorar nuestro resultado final”, ha resaltado Echegoyen. En el momento de su constitución,-2012-, Sareb emitió deuda por importe de 50.781 millones, con el objetivo de pagar la cartera adquirida a nueve entidades financieras que recibieron ayudas públicas. Actualmente, más de un 25% ya está pagada, concretamente 12.906 millones de euros, de los que 3.050 se amortizaron en el último año.