España, a nivel global, es una potencia económica destacada. En stock de inversión extranjera directa, comercio de bienes y servicios; España se sitúa entre los quince primeros países del mundo. En inversión extranjera recibida, por ejemplo, casi duplicamos a Italia. En ingresos derivados del turismo, solamente nos supera Estados Unidos (España factura, por este concepto, […]
Dirigentes Digital
| 24 mar 2018
España, a nivel global, es una potencia económica destacada. En stock de inversión extranjera directa, comercio de bienes y servicios; España se sitúa entre los quince primeros países del mundo. En inversión extranjera recibida, por ejemplo, casi duplicamos a Italia. En ingresos derivados del turismo, solamente nos supera Estados Unidos (España factura, por este concepto, unos 60 mil millones de dólares cada año). Y, aunque en atracción de inversiones foráneas nuestro país tiene por delante a naciones europeas como Reino Unido, Alemania o Francia; la diferencia no es ni mucho menos significativa.
Ahora bien, al analizar la posición de España en China, comparándola con otros socios europeos, las diferencias son notables. China, conviene recordarlo, es la primera potencia comercial del mundo. Durante 2016, importó bienes del extranjero valorados en 1,3 billones de dólares, de los cuales España solamente exportó el 0,46%. Alemania, Reino Unido, Francia, Holanda e Italia, por poner un ejemplo, suman tres cuartas partes de toda la exportación europea hacia China (España, únicamente el 3%). A nivel mundial, Alemania exporta cuatro veces más en comparación con España, pero las ventas hacia China multiplican su ventaja por 15. España tampoco ha logrado situarse entre los veinte primeros socios comerciales de China. Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda e Italia, por el contrario, sí se encuentran entre los diez primeros exportadores a China. Incluso países como Suecia, aún exportando la mitad que España al resto del mundo, ha igualado a nuestro país en China.
Las exportaciones españolas hacia China, además, son de menos valor añadido en comparación con otras ventas al resto del mundo. Suecia exporta a China, sobre todo, maquinaria pesada, ligera, vehículos, componentes de automoción o productos químicos-farmacéuticos; entre otros bienes. Francia, en cambio, exporta maquinaria, turbinas de gas, bienes farmacéuticos o aeronáutica. E Italia vende a China maquinaria, vehículos o medicinas. España, sin embargo, lideró las exportaciones de porcino congelado, pero el alto valor añadido sigue siendo una asignatura pendiente en China. Por poner otro ejemplo, España exporta casi la mitad de vino que Francia, pero lo vende nueve veces más barato. E Italia, solamente vendiendo la décima parte que España, también mantiene una cuota de mercado similar en China (alrededor del 7%).
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