Con esta perspectiva de fondo, los expertos de Axa Investment Managers han elaborado un informe en el que señalan a varios países emergentes que este 2016 podrían perder el grado de inversión. Y apuntan directamente a factores políticos, como los que el pasado 15 de enero llevaron a la agencia Standard & Poor’s a rebajar […]
Dirigentes Digital
| 15 feb 2016
Con esta perspectiva de fondo, los expertos de Axa Investment Managers han elaborado un informe en el que señalan a varios países emergentes que este 2016 podrían perder el grado de inversión. Y apuntan directamente a factores políticos, como los que el pasado 15 de enero llevaron a la agencia Standard & Poor’s a rebajar el rating de Polonia de ‘A-‘ a ‘BBB+’ con perspectiva negativa, ante el deterioro institucional en el país desde la victoria electoral del pasado mes de octubre del nuevo Gobierno.
Los expertos de Axa señalan a dos países que podrían ser los siguientes en caer a la calificación de ‘bono basura’, a juzgar por el comportamiento de sus CDS (credit default swaps) en el mercado: Sudáfrica y Turquía. El primero mantiene una nota de Baa2 con perspectiva negativa por parte de Moody’s, BBB- (también negativa) de S&P y BBB- (estable) de Fitch. Por su parte, Turquía tiene un rating Baa3 de Moody’s, BB+ de S&P y BBB- de Fitch.
Según indican los expertos, los CDS de ambos países se han disparado a un ritmo similar al que registraron los brasileños poco antes de la rebaja a bono basura que el país sufrió el pasado año. "Sudáfrica y Turquía tienen varias cosas en común con Brasil. Los tres están experimentando una crisis política que inquieta a los inversores internacionales, además de paralizar la ejecución presupuestaria", explica en su informe Manolis Davradakis, analista de la firma. "Un alto riesgo política implica una prima de riesgo elevada", advierte el experto.
La caída de las materias primas es otro de los grandes riesgos para estos países. Especialmente para Sudáfrica, cuyas exportaciones en el sector suponen el 48% del total y el 12,3% del PIB. En Brasil, la cifra asciende al 8% del PIB, mientras que en Turquía al 4%.
Más puntos débiles
La inflación es otro de los grandes males de estas economías. Según el experto, los precios en Brasil se sitúan seis puntos porcentuales por encima del objetivo del banco central carioca. En Turquía, la cifra se sitúa 3 puntos porcentuales por encima, pero desde Axa IM consideran que la cifra se acelerará después de la decisión de las autoridades de incrementar un 30% el salario mínimo. "El impacto de la medida para el crecimiento es discutible, ya que puede obligar a los empresarios a sustituir la mano de obra más cara con trabajadores más baratos en el circuito de economía informal", advierte Davradakis.
Las divisas son otro punto en común entre los tres países, tras una fuerte depreciación frente al dólar en 2015 que llevó al rand sudafricano a perder un 34% interanual respecto al billete verde. La lira cedió un 25% y el real brasileño un 49%. Desde Axa IM recuerdan que estas caídas de las monedas de Sudáfrica y Turquía fueron las mayores entre los países con una nota crediticia de BBB-.
A juicio del experto, si los riesgos se mantienen, la rebaja de calificación en Sudáfrica se podría producir después del 24 de febrero, cuando el Gobierno tiene previsto aprobar su presupuesto. "Cualquier desviación de la estabilización de la deuda pública y el recorte del déficit del Gobierno (el déficit presupuestario se situó en el 4% del PIB el pasado año, con la deuda pública en el 50%) podría desencadenar una rebaja del rating soberano", advierte. Una probabilidad que también se cumpliría en el caso de que el riesgo político, y el geopolítico, se mantenga en Turquía.
Una rebaja hasta el bono basura de dos agencias de rating podría ser suficiente, según los expertos, para sacar a los dos países de la cesta que compone el índice JP Morgan Emerging Markets Bond Index Global Diversified Investment Grade, un popular indicador que actualmente cuenta con una capitalización de 209.000 millones de dólares. Turquía es el tercer país con más peso en este índice de mercados emergentes con un 8,1%, solo por detrás de México (9,8%) e Indonesia (8,2%). El peso de Sudáfrica asciende al 4,1%.
Manolis Davradakis concluye su informe explicando que uno de los factores clave que podría evitar la caída en el mercado de bonos basura de estos dos países sería una política más dovish de la Reserva Federal (Fed), manteniendo solo una subida de tipos de interés a lo largo de 2016.