Tipos de interés reducidos a la mínima expresión (incluso negativos) y fuerte volatilidad en los activos de riesgo. Este es el entorno de mercado al que deben enfrentarse unos inversores a la caza de "visibilidad y rendimiento". En este sentido, la firma destaca que Millesima "busca capitalizar los retornos atractivos que es posible encontrar en […]
Dirigentes Digital
| 16 feb 2016
Tipos de interés reducidos a la mínima expresión (incluso negativos) y fuerte volatilidad en los activos de riesgo. Este es el entorno de mercado al que deben enfrentarse unos inversores a la caza de "visibilidad y rendimiento".
En este sentido, la firma destaca que Millesima "busca capitalizar los retornos atractivos que es posible encontrar en el dinámico mercado de bonos corporativos high yield denominados en euros, aunque sea a cambio de un riesgo mayor".
Asimismo, recuerda que las compañías europeas se benefician del "viento a favor" que supone la debilidad del euro y los bajos tipos de interés, que "seguirán contribuyendo a que sus márgenes aumenten".
El fondo puede invertir hasta un máximo del 10% de la cartera en emisiones con la menor calificación crediticia (entre "CCC+" y "CCC-"), o lo que determine un procedimiento interno como rating equiparable. Está diseñado para ser conservado en cartera hasta que la estrategia alcance su vencimiento en diciembre de 20121 y ofrece diversificación tanto en términos de emisores como de sectores para reducir el riesgo de concentración.
Las ventajas del high yield europeo
El segmento de bonos high yield europeos se beneficia de sólidos factores de apoyo: crecimiento económico moderado, inflación muy baja y la actitud proactiva del Banco Central Europeo (BCE) que está ampliando su programa de compra de activos. La combinación de la red de seguridad puesta en marcha por la autoridad monetaria junto con la buena salud de las empresas europeas ha impulsado la confianza en estos activos.
Este tipo de deuda es algo menos sensible a los movimientos en los tipos de interés que otros segmentos del mercado de bonos y también ofrece algunos de los retornos más atractivos. El mercado europeo está ofreciendo actualmente, de media, un cupón del 6% y una rentabilidad media de entre el 5-6%.
El high yield del Viejo Continente convertido en una clase de activo fundamental tanto para las compañías que emiten como para los inversores y por tanto se ha vuelto más diversificada. Hay ahora más de 300 emisores, cuatro veces el nivel visto hace cinco años. Históricamente, la existencia de bajos tipos de interés ha reducido los costes de financiación de las compañías y con el aumento de la desintermediación bancaria, cada vez es más probable que acudan al mercado en busca de financiación. Además, las tasas de impago se sitúan en estos momentos por debajo de su media histórica (a día de hoy un 3% en Europa frente al 6% en Estados Unidos).
Y el mercado de nuevas emisiones sigue activo. En 2014, vimos niveles récord de emisiones que alcanzaron más de 84.000 millones de euros. Por su parte, la tendencia continuó en 2015, incluso aunque el nivel neto de emisiones fue más bajo, y los últimos meses hemos visto una mejora en los ratings. De hecho, todo apunta a que en 2016 veremos cerca de 60.000 millones de euros en nuevas emisiones. Se trata de un mercado muy diverso y por ello ser selectivo seguirá siendo clave.