A medida que se acerca la próxima reunión del Banco Central Europeo (BCE), no me cabe ninguna duda de que habrá un "intercambio de posiciones" del Consejo para determinar qué hacer. Con dos condicionantes: 1. No volver a decepcionar al mercado como ya ocurrió en diciembre pasado; 2. Que las medidas que se tomen sean […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
A medida que se acerca la próxima reunión del Banco Central Europeo (BCE), no me cabe ninguna duda de que habrá un "intercambio de posiciones" del Consejo para determinar qué hacer. Con dos condicionantes: 1. No volver a decepcionar al mercado como ya ocurrió en diciembre pasado; 2. Que las medidas que se tomen sean realmente impactantes (ya veremos si también efectivas).
Probablemente, ya pueden intuir que serán los consejeros alemanes los que se muestren en contra de tomar medidas adicionales. Mucho más que estas sean significativas, con Weidmann constantemente recordando el peligro de que la política monetaria perfore la línea de sepación con la fiscal (en términos de financiación de las cuentas públicas).
Dicho todo lo anterior, ¿cambiará de opinión el Presidente del Buba al observar el nivel más bajo en expectativas de la economía alemana desde 2014? Y el nivel más bajo en perspectivas de benecificios de la banca alemana desde diciembre de 2011.
Pero el indicador ZEW de perspectivas para sectores con orientación doméstica mejoraron ligeramente, especialmente autos.
Naturalmente, son expectativas. Y de analistas financieros. Pero, ¿no son las expectativas de mercado lo que todos conocemos como estabilidad financiera?
En su Informe de febrero el Buba admite la diferencia entre una fuerte demanda doméstica y la debilidad del crecimiento internacional, especialmente fuera de la Zona Euro. Cita en concreto al mercado chino y al norteamericano.
En el mismo Informe la autoridad monetaria alemana ha recortado su previsión de inflación en Alemania este año desde el 1,1% hasta el 0,6%.
José Luis Martínez Campuzano es estratega de Citi en España.