Los mercados de valores europeos cerraron ayer con fuerza al alza, mientras que los estadounidenses volvieron a hacerlo a la baja, mercados, estos últimos, que acumulan así cinco sesiones consecutivas de pérdidas. Dicho esto, señalar que ayer el "gran protagonista" de la sesión fue un nuevo y sorprendente actor, el Banco Nacional de Suiza (BNS). […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Los mercados de valores europeos cerraron ayer con fuerza al alza, mientras que los estadounidenses volvieron a hacerlo a la baja, mercados, estos últimos, que acumulan así cinco sesiones consecutivas de pérdidas. Dicho esto, señalar que ayer el "gran protagonista" de la sesión fue un nuevo y sorprendente actor, el Banco Nacional de Suiza (BNS). Así, y de forma inesperada para la comunidad inversora, el BNS anunció que, tras cuatro años, abandonaba el objetivo por el que fijaba un tipo de cambio del franco frente al euro (el objetivo era que no superara los 1,2 francos por euro).
En su día, dada la crisis por la que atravesaba la Zona Euro y la huida de los inversores hacia activos refugio, en este caso el franco suizo, el BSN se decantó por intervenir en el mercado de divisas para impedir la pérdida de competitividad de las compañías suizas de revalorizarse en exceso la divisa del país frente a la de uno de sus principales mercados, la Zona Euro. Ayer el BNS anunció que tras la reciente revalorización del dólar frente al euro, que había sido similar frente al franco suizo al estar esta moneda anclada a la divisa europea, consideraba que ya no era necesario mantener el objetivo de un cambio mínimo frente al euro ya que frente al dólar, principal moneda mundial, el franco suizo se había depreciado. No obstante, y para evitar una fuerte apreciación del franco suizo frente al resto de monedas, algo en lo que fracasó estrepitosamente, el BNS aumentó hasta el -0,75% el tipo de cambio al que remunera las reservas que mantienen las entidades en el banco central. Si esta fue la razón oficial, los mercados europeos de valores entendieron otra cosa: que, en vista de que el BCE es más que probable que active próximamente un agresivo plan de compra de activos en los mercados secundarios, concretamente de bonos soberanos, con el objetivo de aportar ingentes cantidades de liquidez al sistema, el banco central helvético se habría visto incapaz de seguir defendiendo el mencionado tipo de cambio ante la afluencia de una fuerte liqui