El BCE, preparado para un Brexit

"Estamos preparados para actuar utilizando todos los instrumentos disponibles en nuestra mano, si fuera necesario, para cumplir nuestro objetivo. El BCE está listo para todas las contingencias que vengan después del referéndum sobre la Unión Europea en Reino Unido", explicaba Draghi a los eurodiputados.

En este contexto aseguró que la entidad seguirá de cerca la evolución de la estabilidad de precios. Sin embargo, se mostró poco convencido de que la sola actuación del banco en el caso de que Reino Unido saliera de la UE fuese suficiente. "Es difícil prever las dimensiones sobre el impacto del voto en los mercados y las economías de la eurozona", advirtió. El italiano reconoció que no se pueden hacer compromisos más precisos por el momento. "Creo que hemos previsto todo lo necesario hasta ahora", dijo.

Por otro lado, preguntado por los incumplimientos de déficit de algunos países europeos, Draghi insistió en que las normas están para cumplirlas y ser aplicadas de forma "coherente y a tiempo". "El beneficio de las normas está en si fortalecen la credibilidad de la totalidad del marco fiscal, que consideramos parte de la estabilidad", añadió. En este sentido aprovechó para recriminar a los países la fórmula para presentar los ajustes, centrada en la subida de impuestos y el descenso de la inversión pública, dejando intacto el gasto.

Así, pidió a aquellos países cuyas finanzas públicas lo permitan, que lleven a cabo inversión pública en sectores que puedan llevar al crecimiento. Y para aquellos que no puedan permitírselo, no dudó en recordar los beneficios a largo plazo de la inversión de las políticas macroeconómicas orientadas a la estabilidad.

De cara al futuro, Draghi aseguró que se espera una recuperación económica que siga a un ritmo moderado pero constante en la UE. Sin embargo, para que la recuperación se consolide, "los esfuerzos deben ahora concentrarse en la acción política fuerte para mejorar el entorno empresarial, favorecer la inversión y aumentar la productividad". El cumplimiento de estos objetivos, según agregó, no sólo va a crear las condiciones necesarias para que la inflación vuelva a niveles inferiores, aunque próximos, al 2% sino que contribuirá además a la mejora del nivel de vida de la población de Europa.

"Los inversores tienen que tener la certeza sobre el entorno económico e institucional en el que operarán y ésta es también una de las razones por las que, hace casi un año, el Informe de los cinco Presidentes establecía un plan para el fortalecimiento de la Unión Económica y Monetaria europea (UEM)… Los ciudadanos y los mercados necesitan estar seguros de nuestra capacidad para asumir los desafíos comunes que enfrentamos. Nuestra atención debe centrarse en hacer que nuestra casa común, Europa, sea más fuerte", concluyó.