Dese el máximo que alcanzara hace ya casi dos años, a mediados de 2014, en niveles de 107 dólares por barril (en julio de 2008 llegó a "visitar" los 145 dólares), los precios del crudo se han dejado por el camino un 76% de su valor, a vueltas con el exceso de oferta y (en […]
Dirigentes Digital
| 24 feb 2016
Dese el máximo que alcanzara hace ya casi dos años, a mediados de 2014, en niveles de 107 dólares por barril (en julio de 2008 llegó a "visitar" los 145 dólares), los precios del crudo se han dejado por el camino un 76% de su valor, a vueltas con el exceso de oferta y (en menor medida) con la debilidad de la demanda. Ahora, ronda se mueve en un rango de entre 30 y 35 dólares, aunque ha "visto mínimos" desde 2003 en la zona de los 28 dólares.
La sangría del "oro negro" se ha llevado por delante miles de millones de los mercados, "tiñendo de rojo" los mercados de renta variable, disparando los spreads de la deuda high yield y provocando huidas masivas de los activos emergentes. De hecho, tal y como señalaba Steven Andrew, gestor del fondo M&G Income Allocation, durante el M&G Annual Investment Forum celebrado la semana pasada en Madrid, "pasamos de ver el descenso del petróleo como un respiro para el consumidor, una ventaja fiscal, a asignarle una capacidad predictiva sobre el crecimiento global. Suponiendo que nos está diciendo algo de lo que no éramos conscientes, ni tampoco señalaban los datos".
Tememos una crisis, una recaída en la recesión, pero, recordaba: "La correlación entre el sector energético y la economía real es negativa".
De hecho, Capital Economics señala que gran parte del ahorro derivado del descenso del crudo en Europa se ha gastado en "ropa y, en menor medida, en muebles y dispositivos electrónicos". Si echamos un vistazo a las ventas minoristas en 2015 observamos que, mientas el valor subió un 1,5%, el volumen se incrementó en un "mucho más saludable 2,8%".
En concreto, las ventas de ropa aumentaron un 5% hasta octubre del año pasado, "y con los precios estables, el volumen creció aproximadamente en la misma cantidad", frente al 0,3% de los doce meses anteriores. Por su parte, las de productos electrónicos y muebles mejoraron en términos de valor un 3% y un 2,5% en volúmenes, tras haberse estancado el año previo. Y, aunque no hay datos actualizados de gasto en servicios, puede haber un impacto positivo en las ventas de automóviles, por ejemplo, pues las matriculaciones subieron un 10% interanual en diciembre, "reflejando quizá el doble efecto del ascenso de los ingresos reales y los menores costes de funcionamiento".
La firma, no obstante, cree que este "viento a favor" para el consumo en la Zona Euro se irá desvaneciendo a lo largo de este 2016, pues esperan que el Brent cierre el año en los 60 dólares por barril.
Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, no podemos olvidar que el gasto nominal de los hogares estadounidenses "en gasolina se ha reducido en 115.000 millones desde mediados de 2014. Es cierto que la inversión en otros bienes y servicios ha crecido en 670.000 millones en el mismo periodo, pero este incremento ni si quiera logra igualar los 715.000 millones de aumento en la renta disponible". Eso sí, el ahorro personal ha ascendido en 120.000 millones, "lo que sugiere que los consumidores han guardado hasta el último centavo ahorrado en gasolina".