Es una realidad. Muchos inversores se quemaron con la ola de ventas que el pasado año registraron los mercados emergentes. Y es muy posible que el dolor aún siga dominando sus decisiones de inversión. Sin embargo, los expertos de JP Morgan Asset Management consideran que ya hay catalizadores para un mejor comportamiento de estas economías […]
Dirigentes Digital
| 11 oct 2014
Es una realidad. Muchos inversores se quemaron con la ola de ventas que el pasado año registraron los mercados emergentes. Y es muy posible que el dolor aún siga dominando sus decisiones de inversión. Sin embargo, los expertos de JP Morgan Asset Management consideran que ya hay catalizadores para un mejor comportamiento de estas economías y sus mercados.
La clave está en ser selectivo. Kerry Craig, Global Market Strategist de JP Morgan, explica que aquellos que quieran apostar por estas regiones, ya no es suficiente incrementar solo la exposición general a esta clase de activos. "Los motores de la economía y del mercado varían considerablemente de un país a otro, y la incertidumbre política es una amenaza importante casi en todas partes. Esto hace aún más importante que los inversores realicen distinciones entre países y regiones, y que en todos los casos sopesen los riesgos de invertir frente a la recompensa esperada", explica.
Según la última encuesta de gestores de fondos de BofA Merrill Lynch, ya indicaba que la intención de sobreponderar la renta variable de los mercados emergentes en las carteras subió hasta su nivel más alto en 18 meses en agosto. Este cambio, sumado a la búsqueda de rentabilidades extra, ha contribuido también al rally de la deuda de estos mercados. "El MSCI Emerging Market Index general ha obtenido una rentabilidad de casi el 9% (rentabilidad total bruta expresada en divisa local) en 2014 hasta el 15 de septiembre", recuerdan desde JP Morgan.
Pero aún hay recorrido al alza. Craig recuerda que "la mayoría de los mercados emergentes aún no ha registrado una mejora de los beneficios empresariales", con lo que es probable que el cambio de la confianza de los inversores se haya debido a la atractiva valoración de los activos de los mercados emergentes con respecto a los mercados desarrollados.
Sin embargo, es un hecho que las previsiones de beneficios están comenzando a aumentar en muchos países, gracias a la estabilización de las divisas y las expectativas de mejora del comercio con los países desarrollados. "El entorno político también se está tranquilizando, ya que muchas de las elecciones potencialmente problemáticas en los mercados emergentes este año se han celebrado sin incidentes", explican los expertos.
En este sentido, la selección por valoraciones también es clave: "Sudáfrica y México parecen relativamente caros comparados con su propio historial y con el índice en su conjunto. Rusia, que se ha visto afectada por los temores al impacto sobre su crecimiento de las sanciones de Occidente, se encuentra en el lado opuesto del espectro, pues ahora es más barata atendiendo al precio-valor contable de lo que ha sido desde 2009", explican desde la entidad.
Además de Rusia, JP Morgan apunta a China como el país más sobrevendido, mientras que Brasil parece también relativamente barato. "Lo importante para los inversores es saber hasta qué punto los precios reflejan ya las buenas noticias", especialmente en lo que se refiere a las promesas electorales de reformas en estas regiones.