El "cortoplacismo" uno de los grandes males del inversor y, por lo que parece, mayor en el caso español pues, según el último Estudio Global de Inversión 2016 elaborado por Schroders, de media, en España se mantiene la inversión menos tiempo que en otros países, durante un periodo de poco más de dos años (2,2), […]
Dirigentes Digital
| 04 jul 2016
El "cortoplacismo" uno de los grandes males del inversor y, por lo que parece, mayor en el caso español pues, según el último Estudio Global de Inversión 2016 elaborado por Schroders, de media, en España se mantiene la inversión menos tiempo que en otros países, durante un periodo de poco más de dos años (2,2), en comparación con los 3,3 años de Europa.
Sin duda los mercados nos las tienen todas consigo, aún queda por ver cómo se implementa la separación de Reino Unido de la Unión Europea (UE) y mucha incertidumbre y, por ende, volatilidad por delante, pero no se ha acabado el mundo como parecían presagiar el hundimiento de ‘Viernes Negro’ que tan certeramente predijo George Soros.
La cautela manda y expertos y gestores recomiendan prudencia, pero, encomendándose al largo plazo llaman la atención también sobre las oportunidades surgidas del ‘baño de sangre’ y recomiendan ver la ‘imagen completa’.
"En lo que llevamos de 2016, la navegación de los mercados de capitales ha sido todo menos tranquila", señala Charles Ma, estratega de Allianz Global Investors. "Los inversores centrados en el corto plazo que no miraron más allá para escrutar el horizonte podrían correr el riesgo de perderse los rayos crepusculares". Explica que estos últimos son "los rayos solares que penetran a través de los huecos de las nubes densas (…) marineros y aviadores los usaban para navegar en las tormentas"…
Así, señala que, en positivo, tenemos unos "indicios de estabilización de los indicadores económicos, lo que refuerza un panorama mundial sin recesión ni deflación". Si bien, reconoce "sigue habiendo riesgos de caída", ante la incertidumbre política y las valoraciones de algunos activos a corto plazo. Ahora bien, a largo: "Se debe seguir dando preferencia al riesgo, más que a la deuda pública". Eso sí, "dado que es probable que la volatilidad se mantenga elevada, es preciso realizar una gestión activa".
En este sentido, Martin Gilbert, cofundador y CEO de Aberdeen Asset Management, apelaba a la experiencia tras conocerse el Brexit:"Aunque algunos mercados están cayendo significativamente, por mi amplia experiencia tras haber trabajado durante El Lunes Negro, el Miércoles Negro o la crisis asiática… este no es el momento de llevar a cabo reacciones viscerales sino que es importante mantener la calma en nombre de nuestros clientes. Dado que somos inversores a largo plazo, a menudo la mejor acción es no hacer nada o incluso tomar ventaja de las oportunidades infravaloradas".
Recordemos que ya a principios de año desde JP Morgan AM hacían hincapié en a importancia de invertir con mayores horizontes y en una cartera equilibrada para alcanzar los objetivos de inversión sin tener presentes a cada momento los sobresaltos puntuales. "Los inversores capaces de superar las actitudes que distorsionan sus decisiones pueden ser capaces de mejorar la rentabilidad de la cartera beneficiándose de las rentabilidades de la renta variable previstas a largo", insisten.
Coincidía con este punto de vista Ángel Agudo, responsable de la gestión del Fidelity Funds America Fund en Fidelity Worldwide Investment, quien en una entrevista con DIRIGENTES afirmaba: "Invertir en Bolsa requiere paciencia y horizontes temporales largos y aportar la liquidez que no necesitaremos a corto plazo".