Los expertos lo tienen claro. "Las compras de deuda pública por parte del Banco Central Europeo (BCE) están distorsionando los activos de renta fija, llevándolos a niveles mínimos", indica David Ardura desde Gesconsult. Y es que la intervención del organismo monetario ha sido clave para que la curva de bonos como el alemán entre en […]
Dirigentes Digital
| 08 jul 2016
Los expertos lo tienen claro. "Las compras de deuda pública por parte del Banco Central Europeo (BCE) están distorsionando los activos de renta fija, llevándolos a niveles mínimos", indica David Ardura desde Gesconsult. Y es que la intervención del organismo monetario ha sido clave para que la curva de bonos como el alemán entre en terreno negativo hasta los 10 años, o la curva suiza hasta el plazo de 50 años.
La pregunta a partir de ahora es si estos niveles se corresponden con una economía en crecimiento, con previsiones del 1,5% para este año, y una inflación subyacente en el 0,8%. Y la respuesta de los expertos es rotunda: no. "La curva indica que estamos en recesión, tenemos deflación, los beneficios empresariales están por el suelo… y ninguno de esos casos se da, por lo que pensamos que estamos en un mercado artificialmente bajo". Por eso, los expertos advierten que operar en esta curva tiene sus riesgos. "Operar pensando entrar en el bono alemán al -0,15% para ver si baja al -0,30% entra más en el terreno de la especulación, pues no hay fundamentales más allá de la intervención del BCE que apoyen estos tipos tan bajos".
Para Ardura, la clave está en no infravalorar los riesgos. "El error es pensar que como tenemos un QE detrás los tipos de interés no van a subir nunca y nos vamos a quedar en estos niveles tan bajos". El experto pone el ejemplo de lo que ocurrió el pasado año, para demostrar la prudencia con la que hay que gestionar la renta fija: "el QE se anuncia en enero, se aplica en marzo, y en abril empiezan a subir los tipos de interés, subiendo el bono alemán a 10 años un 0,91% que en precio son más de 8 puntos de pérdida".
En EEUU, destaca la importancia del dato del paro de este viernes, para comprobar si las malas cifras recientemente conocidas son algo puntual o empieza a observarse el inicio de una tendencia. "Los datos de actividad sí indican que la Fed tendría que subir los tipos, con una tasa casi de pleno empleo y una inflación subyacente en el 2,2%". De nuevo, a su juicio, los actuales niveles de la renta fija americana no se corresponden con los datos macro.
En el mismo sentido se manifiestan los analistas de TD Securities en un reciente informe, en el que indican que las expectativas de inflación en EEUU están cayendo exactamente en el mismo momento en que las acciones han subido, "lo que sugiere una desconexión peligrosa entre las tasas de interés y la renta variable".
La anomalía es evidente. Tras el Brexit, y quitando el desplome del día posterior, los índices bursátiles se recuperaron y los rendimientos de los bonos se desplomaron, en una correlación poco habitual que hace considerar a los expertos que el mercado de renta variable se ha mostrado muy complaciente con la incertidumbre. Sin embargo, y frente a los que opinan que el mercado de renta fija no refleja la realidad macro, estos analistas consideran que "el crecimiento mundial debería verse afectado por una recesión en el Reino Unido, la quinta economía más grande del mundo".
Los analistas también señalan en este sentido al aplanamiento en la curva de deuda estadounidense, como evidencia de unas menores expectativas de crecimiento económico. "El diferencial entre el rendimiento del bono a 10 años y a 2 años ha vuelto a estrecharse", señalan. Y según un modelo empleado por Deutsche Bank para sus análisis, la curva de rendimiento "está indicando una probabilidad del 60% de una recesión en EEUU en los próximos 12 meses". La cifra es más elevada que el 55% que el modelo mostraba a mediados de junio, y la más alta desde agosto de 2008. "Este aplanamiento de la curva es preocupante", sentencian desde Deutsche Bank.