El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el PIB nipón repunte apenas un 0,5% este año y una contracción del 0,1% para el próximo, y pide más estímulos tanto al Gobierno como al Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés). Demanda que el consenso da casi por ‘cumplida’, especialmente después de la victoria […]
Dirigentes Digital
| 11 jul 2016
El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que el PIB nipón repunte apenas un 0,5% este año y una contracción del 0,1% para el próximo, y pide más estímulos tanto al Gobierno como al Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés). Demanda que el consenso da casi por ‘cumplida’, especialmente después de la victoria de Shinzo Abe en las elecciones al senado de este fin de semana.
Los indicadores de actividad no acompañan, a pesar del Abenomics, y, lo que es más, la escalada de su divisa está presionando a la baja las perspectivas de inflación. La autoridad monetaria mantiene su objetivo de alcanzar el 2% en 2018, pero las empresas apenas apuntan a un incremento de los precios del 0,7%…
"El banco central nipón tendrá que implementar más estímulos en su reunión de julio", afirman desde ETF Securities. Y advierten: "Los diferenciales de los tipos de interés realies indican que el yen está sobrevalorado, mientras que las yields de los bonos nipones llevarán al ahorro local a buscar mejores retornos fuera de sus fronteras, lo que debilitará la divisa".
De hecho, destacan que "el posicionamiento en el mercado de futuros se mantiene tímidamente por debajo de niveles récord y una reversión podría causar una fuerte caída en la moneda en los próximos meses".
Mientras Luc Luyet, especialista de divisas de Pictet WM, reconoce el papel de refugio del yen, pero apunta: "Nuestro escenario actual se basa en que la incertidumbre no generará una alta tensión financiera persistente (hasta el punto de que pudiera revertir la política monetaria de la Reserva Federal, con recorte de tipos de interés). Dada la robusta actividad económica de Estados Unidos, el dólar puede fortalecerse, aunque es probable que se invierta la tendencia en los próximos dos años. Mientras las perspectivas de debilitamiento del crecimiento de China pesarán sobre el yuan y las monedas emergentes asiáticas".