El bono a 50 años suizo, sí, 50 años, también ha visto yields negativas, igual que el 15 años alemán. Casi un 40% del universo de renta fija gubernamental de los países industrializados se mueve en este terreno… La “nueva normalidad” para algunos, un gran “peligro” para otros… “Un aspecto que tiene difícil encaje con […]
Dirigentes Digital
| 12 jul 2016
El bono a 50 años suizo, sí, 50 años, también ha visto yields negativas, igual que el 15 años alemán. Casi un 40% del universo de renta fija gubernamental de los países industrializados se mueve en este terreno… La “nueva normalidad” para algunos, un gran “peligro” para otros… “Un aspecto que tiene difícil encaje con este contexto y que, desde luego, es revelador del entorno especulativo en el que se están cotizando sus precios en los últimos tiempos, es la evolución de la rentabilidad de los bonos”, señala José Antonio Martín Quiroga, analista de IG. “Si como sabemos y damos por cierto, se trata de un valor refugio (…) cómo es posible que esto se produzca, en un momento en el que los selectivos americanos se sitúan en máximos y, por lo tanto, existe cierto apetito por el riesgo. Esto como decíamos solo puede tener cabida en un contexto puramente especulativo, en el que esperamos encontrar otro comprador que asuma una yield todavía más negativa”. Crece la demanda de papel soberano seguro ante la ‘caza y captura’ de la rentabilidad, pero también de las preocupaciones sobre el crecimiento mundial, alimentadas por la decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea (UE) pero ya ‘respaldadas’ por el debilitamiento de China y los emergentes, el hundimiento de las materias primas, el riesgo político y la banca de la Zona Euro, las decisiones de los bancos centrales… Japón encabeza el ranking de yields en negativo, con cerca de dos tercios del total (7,9 billones), mientras Alemania y Francia tienen ya cada una un billón por debajo de cero. En junio, 2,6 billones de bonos soberanos entraron en esta ‘categoría’ frente a los 1,4 billones de abril…. 3,2 billones son deuda a corto plazo, 8,6 billones a largo, muy influido por el tipo de cambio. “La cantidad cada vez mayor de rendimientos negativos pone de relieve los desafíos a los que se enfrentan los grandes inversores en renta fija, como las compañías de seguros que deben hacer coincidir los pasivos a largo plazo con activos de similar vencimiento. A medida que este universo sigue ampliándose, sus ingresos sigue cayendo”, subraya la agencia de calificación crediticia Fitch. Michael Boye, responsable de renta fija de Saxo Bank, añade: “A los fondos de pensiones les resultará cada vez más difícil financiar pasivos de larga duración y las ganancias de los bancos verán una presión a la baja adicional desde la compresión de márgenes”. Un contexto, apunta, en el que las alternativas como el oro o los depósitos bancarios “se están haciendo cada vez más atractivos, añadiendo más presión sobre el sistema bancario. Estos instrumentos podrían llegar incluso a sustituir a los bonos soberanos como activos libres de riesgo e inversiones de correlación bajos para los inversores de optimización de cartera”. Por último, señala, “la demanda de los inversores por los activos de riesgo y el high yield, como los bonos de los mercados emergentes, se mantendrán fuerte, ya que los inversores persiguen aún más la curva de riesgo para mejorar el rendimiento (esperados)”. Mientras tanto, indica François Lavier, gestor y analista de instrumentos financieros de Lazard Frères Gestión, la incertidumbre política y macroeconómica probablemente empuje al Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) y al Banco Central Europeo (BCE) a implementar más estímulos, y a la Reserva Federal (Fed) a aplazar sus subidas de tipos. “Los tipos largos podrían continuar bajando, hasta un -0,25% a -0,45% el Bund, del 1% al 1,4% el tipo a 10 años estadounidense, y un 0,8% el tipo a 10 años británico”, apunta. Al mismo tiempo, “los diferenciales de crédito deberían mantenerse dentro de un ‘rango’, con una alternancia de fases de ampliación y de contracción al vaivén de los anuncios políticos o de los datos políticos macroeconómicos que se vayan publicando, así como del apetito por el riesgo o la liquidez (…) desde un punto de vista técnico, goza de un apoyo importante, con inversores deseosos de encontrar soportes que ofrezcan una relación rendimiento/riesgo atractiva en un contexto de tipos bajos o negativos, mientras que los bancos centrales desempeñan su papel de ‘cortacorriente’ eficaz en los picos de volatilidad”