El fondo, gestionado por Michael Fishier, Henry Otto y Steven Tonkovich, invierte al menos el 80% de sus activos en acciones de empresas estadounidenses de gran capitalización y trata de centrarse en aquellas compañías con potencial de crecimiento, al tiempo que mantiene un perfil de riesgo relativamente bajo. Javier Mallo, responsable de ventas de Legg […]
Dirigentes Digital
| 14 jul 2016
El fondo, gestionado por Michael Fishier, Henry Otto y Steven Tonkovich, invierte al menos el 80% de sus activos en acciones de empresas estadounidenses de gran capitalización y trata de centrarse en aquellas compañías con potencial de crecimiento, al tiempo que mantiene un perfil de riesgo relativamente bajo.
Javier Mallo, responsable de ventas de Legg Mason para España y Portugal, explica que esta estrategia "cuenta con una trayectoria exitosa gracias a la experiencia y el saber hacer de BrandyWine. El fondo complementa a la perfección la gama existente de productos de renta variable estadounidense de Legg Mason y ofrece un enfoque innovador que asegura el valor a largo plazo".
El producto destaca por su doble enfoque de inversión. Por un lado, un universo formado por las 1.000 empresas estadounidenses de mayor envergadura, que se analizan con un enfoque clásico centrado en el valor, y, por el otro, aplica un modelo cuantitativo que evalúa varios factores de acuerdo con los principios de inversión de Brandywine Global.
Para las valoraciones, se utilizan indicadores tradicionales como el PER y la ratio precio/valor contable. La volatilidad de los factores relacionados con el valor y la confianza se reduce incorporando factores de calidad, como la rentabilidad sobre los fondos propios, los cambios en el capital social y la variación de la cotización, que validan el estado financiero general. La confianza también es un factor enmarcado en el modelo cuantitativo.
Dentro de esta dimensión, se utilizan indicios clave, como el dinamismo de los precios, su tendencia y su volatilidad. Con el fin de adaptarla a un entorno de mercado cambiante, la cartera incorpora una herramienta denominada Dynamic Shifting Tool, que identifica tendencias generales a largo plazo con el fin de optimizar las exposiciones a los factores de la cartera según el ciclo de valor del mercado.
El fondo emplea uno de los dos siguientes modelos, dependiendo del contexto de mercado:
Como ejemplo de la flexibilidad para cambiar de modelo, desde la firma indican que este se cambió a Broad Value en agosto de 2015, cuando se dio menos peso a la ratio precio/valor contable y más a la rentabilidad sobre los fondos propios. Después del cambio, se redujeron las inversiones en los sectores de consumo básico y energía, mientras que se reforzaron las posiciones en los de industria, tecnología y atención sanitaria.
El modelo está basado en factores como el valor, la calidad y la confianza, que históricamente han generado rentabilidades superiores. Los valores que están infravalorados atendiendo a sus beneficios o activos se han comportado sistemáticamente mejor que los valores con valoraciones más elevadas.