Es evidente que el entorno actual no es como el de hace años. Y que la correlación de activos como la renta fija y la renta variable ya no permite al inversor plantearse una diversificación tradicional de la cartera. "Las acciones y los bonos no son ya necesariamente piezas complementarias de las carteras multiactivo", explican […]
Dirigentes Digital
| 22 jul 2016
Es evidente que el entorno actual no es como el de hace años. Y que la correlación de activos como la renta fija y la renta variable ya no permite al inversor plantearse una diversificación tradicional de la cartera. "Las acciones y los bonos no son ya necesariamente piezas complementarias de las carteras multiactivo", explican en un reciente informe los expertos de JP Morgan.
Las inversiones alternativas son una opción para hacer frente a esta difícil correlación entre los mercados tradicionales. Un reciente informe global de la firma Preqin evidencia cómo cuatro de cada cinco inversores institucionales invierten, como poco, en una clase de activos alternativos. Private equity, hedge funds y real estate aparecen como los más demandados.
La última encuesta a inversores de Natixis evidencia cómo a los inversores les inquieta el hecho de que la correlación existente entre distintas inversiones se incremente en el corto plazo, apalancando los efectos positivos o negativos de dicha apuesta. "Así, un dólar débil ha estado muy correlacionado con la buena evolución del estilo valor, emergentes, materia primas y bonos de alto rendimiento, por el efecto positivo en la inflación a nivel global", recuerdan desde la firma.
Por eso, los inversores deben ir más allá, y no jugársela solo a una diversificación por regiones o sectores. "La asignación a distintos activos suele crear una falsa percepción de diversificación. Por eso hay que ir más allá, buscar subsegmentos y evaluar el valor relativo, controlando duplicidades de riesgo", insisten desde Amundi. En un reciente encuentro en Madrid, Myles Bradshaw, Head of Global Aggregate Strategies de la firma, explicaba cómo "introduciendo bonos en el portfolio, se puede obtener el mismo rendimiento pero con una volatilidad menor". Pero a su juicio, "para diversificar en renta fija hay que pensar global, salir de la Zona Euro adaptando el riesgo para diversificar, no solo para encontrar mayores rendimientos".
"Los inversores deben revisar y ajustar dinámicamente su cartera, reducir los activos de riesgo con el transcurso del tiempo, realizar aportaciones periódicas y considerar el impacto de la inflación", explican también desde el IEB
No vale con contar con un fondo como elemento de diversificación en cartera. Porque un producto de renta variable europea, por ejemplo, puede tener una elevada correlación con otras exposiciones del mismo portfolio. Y es ahí donde está el problema.
Una forma de identificar ese grado de similitud es el llamado coeficiente correlación, que varía entre -1 y +1. Cuando es igual a 0, significa que no hay correlación alguna entre dos fondos, por ejemplo. Cuando es +1 indica que cada vez que uno de los fondos registra una ganancia, el otro experimenta una subida en la misma proporción. Cuando es -1 quiere decir que cada vez que uno de los dos fondos sube, el otro, sistemáticamente, baja en la misma proporción.