Según estos expertos, los indicadores de confianza que se publican este martes en Europa y Estados Unidos mostrarán seguramente algo de pérdida de fuelle, al igual que el ISM Manufacturero americano del jueves (52,0 vs 52,6). "La creación de empleo no agrícola del viernes no se presenta brillante (170k vs 255k), pero es normal en […]
Dirigentes Digital
| 30 ago 2016
Según estos expertos, los indicadores de confianza que se publican este martes en Europa y Estados Unidos mostrarán seguramente algo de pérdida de fuelle, al igual que el ISM Manufacturero americano del jueves (52,0 vs 52,6).
"La creación de empleo no agrícola del viernes no se presenta brillante (170k vs 255k), pero es normal en agosto", apuntan desde el banco. "La tasa de paro podría caer una décima, hasta 4,8%, sin sorprender a nadie. El empleo americano evoluciona bien y no tiene importancia si algunas cifras flojean algo. La economía americana disfruta ya de pleno empleo y esto está ya descontado por el mercado. Si esta semana la macro es sosa o débil no afectará demasiado porque el mercado (bonos, pero indirectamente también bolsas) está soportado por los bancos centrales y por un ciclo expansivo casi consolidado, aunque no explosivo".
En todo caso, según Bankinter, podríamos asistir a algunos retrocesos en bolsas, pero nada importante que marque tendencia. "El estrés posvacacional se agrava cuando uno no sabe lo que le espera a la vuelta. Pero lo que nos espera es mejor, en general, de lo que creemos. En primer lugar, el ciclo económico es expansivo. El mundo crece tal vez algo menos del 3%. Las economías desarrolladas, mejor: Alemania +1,8%, Francia +1,4%, Italia +0,7%, España +3,2%, Reino Unido +2,2%, Japón +0,6% (suficiente para una economía sin paro), Estados Unidos +1,1% (pero acelerando hacia el entorno del 2%). No se puede decir que las cifras de crecimiento sean preocupantes, salvo que uno sea brasileño (aprox. -5%). Y no hay inflación en casi ningún sitio. Esto permite mantener los tipos prácticamente en cero, casi en cualquier lugar del mundo".
En segundo lugar, el mercado lo aguanta todo, apuntan estos analistas. "Es cierto que las bolsas europeas arrojan saldos negativos en el año. Pero también lo es que la americana no, a pesar de que es allí el único sitio donde han empezado a subir tipos. Además, el mercado no son solo las bolsas. También son los bonos, las divisas, el inmobiliario… Los bonos, fenomenal. Mejor que nunca. Incluso sobrevalorados. Los bancos centrales se han convertido en un factor de soporte determinante. Actúan directamente sobre los precios de los bonos, pero indirectamente su influencia se extiende hacia todas las clases de activos. Bolsas inclusive. Los beneficios empresariales no son brillantes, pero unos tipos de interés bajísimos hacen que las compañías valgan más".
"Vivimos en una economía global de elevada liquidez gracias a los bancos centrales y también, en menor medida, a la riqueza que crea el ciclo económico expansivo. Esa liquidez busca angustiosamente rentabilidad, pero ya no la encuentra en los bonos, el inmobiliario se ha normalizado y tiene costes transaccionales asociados no despreciables… y quedan las bolsas, que ofrecen rentabilidades por dividendo en el rango del 3%/4% y unas valoraciones no necesariamente elevadas, sobre todo si el ciclo continúa mejorando. Merece la pena tomar el riesgo. La alternativa puede ser la parálisis".
En definitiva, si el ciclo económico es aceptable y probablemente mejorará algo más, los precios de los activos están respaldados por los bancos centrales y las bolsas ofrecen aún oportunidades.