El plan del Banco Central Europeo (BCE) se mantendrá, al menos, hasta marzo de 2017, y hasta ahora ha superado todas las expectativas, pues adquiere de media 300 o 400 millones a la semana, esto es, más de 8.000 millones al mes. Un volumen que para Peter Kwaak, de Robeco, sí es capaz de cambiar […]
Dirigentes Digital
| 19 sep 2016
El plan del Banco Central Europeo (BCE) se mantendrá, al menos, hasta marzo de 2017, y hasta ahora ha superado todas las expectativas, pues adquiere de media 300 o 400 millones a la semana, esto es, más de 8.000 millones al mes. Un volumen que para Peter Kwaak, de Robeco, sí es capaz de cambiar las ‘reglas del juego’, más allá de lo que esperaban los más escépticos.
Reconoce este experto que el Brexit tuvo un impacto negativo en el crédito, pero "rentabilidades y diferenciales están revirtiéndose, impulsados por la busca de mayores rendimientos, con el impacto añadido de las operaciones de la autoridad monetaria alimentando la demanda".
Pero, más allá del fuerte momentum apoyado en el BCE, el mercado de deuda corporativa ofrece dos oportunidades adicionales en su opinión: híbridos corporativos y ‘reverse Yankees’. Sectores fuera de la ‘lista’ del banco central y que, por tanto, no cotizan en los mismos niveles, "relativamente caros".
Los primeros, explica, son bonos con "algunas características similares a las acciones bursátiles, están subordinados a todos los demás tipos de deuda y son, a menudo, perpetuos (…) el cupón puede ser diferido, pero se debe pagar una vez la empresa abona dividendos. Así, las agencias de rating tratan estos híbridos como parte del equity. Para las firmas no finencieras son una herramienta para fortalecer balance, muy similar al Tier 1 o 2 del sector financiero. Y a los inversores en renta fija corporativa les gustan por sus mayores rendimientos".
Por otra parte, añade, este universo ha crecido rápidamente en los últimos años con la llegada de nuevos emisores que han mejorado la diversificación, "lo que solía ser un mercado de telecos y utilities, ahora incluye nombres más cíclicos".
Mientras, los ‘reverse Yankees’, deuda de empresas estadounidenses emitida en Europa, ofrecen mayores márgenes, ya que son primeras colocaciones y tampoco el BCE las puede comprar, lo que conlleva "diferencias de valoración interesantes". Por ejemplo, cuando una utility norteamericana salió por primera vez al mercado este año pagaba un spread de 140 puntos báscios, mientras que el de una italiana era de 70.
"Vemos más potencial alcista, en el sentido de que los diferenciales sigan ajustándose, tanto para los híbridos como para los ‘reverse Yankees’, ante la búsqueda de rentabilidades emprendida por los inversores que pueden encontrarla en estos dos sectores en crecimiento", concluye.