Repuntan las yields en la renta fija y saltan todas las alarmas. La llegada del magnate republicano a la Casa Blanca y sus promesas (más inversión en infraestructuras y menos impuestos) obligan a recalibrar las expectativas de inflación, así como las de tipos y disparan al dólar… Mientras, la sensación de que ‘todo puede pasar’ […]
Dirigentes Digital
| 17 nov 2016
Repuntan las yields en la renta fija y saltan todas las alarmas. La llegada del magnate republicano a la Casa Blanca y sus promesas (más inversión en infraestructuras y menos impuestos) obligan a recalibrar las expectativas de inflación, así como las de tipos y disparan al dólar… Mientras, la sensación de que ‘todo puede pasar’ dispara el riesgo político, con un referéndum clave en Italia a la vuelta de la esquina, y elecciones en Francia en 2017… Sin embargo, desde Capital Economics llaman a la calma y creen que no hay que dejarse llevar por el pánico. En primer lugar, ponen las cifras en contexto: el billón de dólares que ha perdido el índice de bonos globales apenas supone un 3%. Es más, “refleja también parte del impacto de la renovada fortaleza del ‘billete verde’ sobre el valor de la deuda denominada en otras monedas”. De hecho, añaden, “las rentabilidades de los bonos americanos se mantienen cerca de mínimos históricos (…) apenas han vuelto a donde estaban antes de que se dispararán los temores por China y colapsara el petróleo. Del mismo modo, la deuda británica ha revertido su caída tras el voto del Brexit. Y, si bien, el reciente incremento en los rendimientos italianos ha acaparado muchos titulares, el 10 años sigue estando en el 2%, cuando en 2011 llegó a ver el 7%”. Reconocen estos expertos que la corrección en la renta fija podría ampliarse como muestra “del comienzo de un cambio secular hacia una política fiscal más flexible y una monetaria más estricta, liderada por Estados Unidos”. Así, la cuestión, por tanto, es el motivo por el que se amplían las rentabilidades: “Cuando reflejan malas noticias, como una mayor incertidumbre política, los mayores costes de la deuda tienden a empeorar las cosas. Sin embargo, el movimiento que se ha producido en Estados Unidos y Reino Unido tiene que ver con las esperanzas de más estímulos fiscales que impulsarán la actividad económica”. Es cierto, añaden, que “también se espera que la inflación sea un poco más alta también (…) pero esto debería ser bienvenido frente a los miedos de deflación en la Zona Euro y Japón”. Sí, resumen, “cualquier aumento de las yields daña al emisor, independientemente de la causa, pero la normalización gradual de los tipos debería tener beneficios, incluyendo ingresos adicionales para los ahorradores, reducción de la presión sobre los planes de pensiones y la banca”. Con todo, concluyen, las rentabilidades de la renta fija tendrían que subir mucho más para ser “una grave amenaza para las valoraciones de otros activos o la economía en general”. Al mismo tiempo, apuntan, aunque su previsión pasa por que el bono a diez años de Estados Unidos vuelva al 3% en 2017, la Zona Euro no se contagiará, pues las probabilidades de estímulo fiscal son menores allí y la política monetaria seguirá siendo acomodaticia durante mucho tiempo… Menos optimistas respecto al comportamiento de la renta fija se muestran desde Link Securities y recomiendan “seguir muy de cerca el comportamiento de los bonos ya que de continuar su corrección habrá que empezar a preocuparse, ya que una brusca subida de los tipos de interés a nivel mundial podría terminar afectando muy negativamente a la recuperación económica y entonces ni los sectores más favorecidos por la misma en el corto plazo, como los bancos, podrán evitar salir perjudicados a medio/largo plazo”. Mientras, IG añade: “El fuerte descenso que están experimentando los bonos a ambos lados del Atlántico es un factor potencialmente bajista para las Bolsas, dada la correlación positiva entre ambos mercados desde hace un año y medio. Así lo advierte JP Morgan, que recomienda cautela con las posiciones en renta variable tras la primera reacción positiva al triunfo del candidato republicano, mostrándose especialmente negativo con los activos de los mercados emergentes. De hecho, varias empresas europeas han suspendido emisiones de bonos que tenían previstas para los próximos días, fruto de la inestabilidad del mercado de renta fija”.